El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó el jueves que el presidente estadounidense Donald Trump «entró para siempre en la historia» de Jerusalén, al reconocer a la Ciudad Santa como la capital de Israel.
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«El presidente Trump entró para siempre en la historia de nuestra capital. Su nombre aparecerá con orgullo junto a otros nombres en la historia gloriosa de nuestra ciudad», dijo en un evento organizado por el ministerio de Relaciones Exteriores.
Israel recibió con felicitaciones y agradecimiento la declaración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer oficialmente a Jerusalén como capital israelí, mientras los palestinos la rechazaron y advirtieron de las consecuencias graves que ello tendrá, sin anunciar de momento ninguna medida concreta.
Histórico
Trump convirtió hoy a EEUU en el primer país del mundo en reconocer la capitalidad israelí de Jerusalén, tras décadas de consenso internacional que condicionaban cualquier decisión a un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos, y prometió el traslado de la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, aunque auguró que llevará años porque se necesita construir el edificio.
También matizó que con esta declaración no está adoptando ninguna posición sobre el estatus final de las negociaciones de paz ni se determinan las fronteras de la soberanía israelí en la ciudad, lo que abriría la posibilidad de una capital palestina en la parte oriental ocupada de la ciudad, una cuestión que sometió al consenso de las partes.
Pese a este matiz y a su posicionamiento a favor de la solución de dos estados «si las partes lo acuerdan», la decisión sentó como un jarro de agua fría entre los palestinos y en el mundo árabe y musulmán, así como entre los países occidentales, que reiteraron su apoyo a que el estatus de Jerusalén se decida en un pacto entre las partes.