Con una Eucaristía en la parroquia Santa Filomena y ante la presencia de un centenar de coreanos, el Arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati presentó al Padre Antonio Jang Woo il, quien proviene desde Corea del Sur para trabajar al servicio a la arquidiócesis y de sus compatriotas.
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Faltaban minutos para las 10 de la mañana de este domingo 10 de diciembre y la parroquia Santa Filomena, ubicada en pleno barrio Patronato, se comenzaba a repletar de vecinos coreanos que venían a conocer a su nuevo capellán y vicario parroquial, el Padre Antonio Jang Woo il, tras 5 años de servicios prestados por el sacerdote Samuel Kim que regresa a su país por un tiempo. Tras la lectura del decreto, comenzó la celebración que en su mayor parte fue desarrollada en idioma coreano.
Al comienzo de la Eucaristía el Arzobispo de Santiago, tuvo palabras de acogida para los coreanos residentes en nuestro país. “Acojamos al padre Antonio que comienza en el día de hoy a realizar su misión pastoral en medio de la comunidad coreana que recuerdo siempre muy fiel a Jesús, siguiendo el testimonio de los santos mártires que estuvieron al comienzo de la vida cristiana de sus comunidades”.
Luego en su homilía, que iba siendo traducida para que todos los presentes la pudieran comprender, dijo: “Me alegro como Arzobispo de Santiago el poder acoger a la comunidad cristiana de Corea del Sur sintiendo en cada uno de ustedes que somos hermanos por el Señor Jesús que nos ha hecho participes de la única Iglesia, a través del único bautismo con el cual nos ha hecho participe de su vida”.
En relación al Evangelio, mencionó que “el Señor siempre viene a salvarnos, su amor es un ofrecimiento gratuito que brota de un su amor paternal, por eso hoy día el profeta sigue pidiendo, preparen el camino al Señor. No solamente al Señor que viene en la celebración de la Navidad, sino al Señor que viene todos los días a nuestra vida para salvarnos. Por eso nosotros queremos acoger lo que el Evangelio nos propone: preparan un camino al Señor que viene. Entonces este tiempo de adviento es una invitación para entrar en nuestro corazón y para mirar cuales son los obstáculos para abrir el camino para que el Señor llegue a nosotros”.
Además agregó que “con humildad y con fe le pedimos el Señor el día de hoy que nos dé un corazón atento para preparar el camino del Señor que quiere llegar con su salvación, con su gracia, con su perdón. La celebración de este tiempo de adviento se vuelve esperanza y certeza. Nuestro corazón se abre al encuentro con el Hijo de Dios, sabemos que nunca pero nunca nos va a faltar el don de Dios padre que es su hijo para nuestra salvación”, expresó el obispo.
Fara finalizar hizo mención al trabajo que viene a realizar el nuevo sacerdote y agradeció a la comunidad coreana por su ayuda constante al prójimo. “Quisiera desearles que la presencia entre ustedes del padre Antonio, pueda ser esa voz que nos recuerda a todos, que estamos llamados a preparar el camino del Señor en todo momento de nuestra vida. La próxima celebración de Navidad sea para todos ustedes fuente de bendición y de gracia. Que el Señor los bendiga y que sigan siendo una comunidad ferviente que de testimonio de la fe que han recibido en su tierra natal. Agradezco también el servicio de caridad y de solidaridad que con tanta generosidad esta comunidad cristiana coreana presta a los hermanos y hermanas más necesitados”, concluyó el pastor de la Iglesia de Santiago.
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El padre Antonio Jang Woo il, lleva pocos días en nuestro país por lo que el idioma no lo conoce muy bien. De todos modos tuvo algunas palabras que fueron traducidas por el padre Samuel Kim, quien vuelve a Corea del Sur. “El padre Samuel me recomendó para venir a Chile, yo acepté porque como sacerdote esto es un desafío, conocer otra cultura, enriquecer más el espíritu y sobre todo ayudar y estar cerca de mis compatriotas aquí en Chile”, dijo el nuevo sacerdote que acompañará a la parroquia Santa Filomena.
La comunidad Coreana en nuestro país
Según Francisco Yun, presidente de los coreanos Católicos en Chile, la comunidad de coreanos en nuestro país es cercana a las 2500 personas, con 400 familias aproximadamente. El 80% de ellos están en Santiago, el otro 20% restante en el sur del país.
“Para nosotros es un honor la presencia del cardenal de Chile en este día. Nuestra colonia no es muy grande pero es una bendición para nosotros tener la posibilidad de tener un sacerdote de nuestro país. Esto nos permite hacernos cada vez más a Dios y lograr nuestra meta que es ser como Jesucristo. Hace más de 20 años la colonia coreana se reúne en esta iglesia porque aquí trabaja la gran mayoría de nuestros compatriotas, en el comercio, importadoras, etc.”, comentó Francisco Yun al término de la ceremonia.
Todos los días jueves a las 19:30 hrs. y los domingos a las 10 de la mañana, se realizan miras en coreano para esta comunidad residente en nuestro país.