El supuesto responsable del atentado terrorista registrado durante la mañana del lunes en Nueva York fue identificado como Akayed Ullah, de 27 años, informaron las autoridades de la ciudad en una rueda de prensa.
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En el atentado resultaron heridas cuatro personas, pero quien tiene las lesiones más graves es el supuesto responsable de la explosión.
Las autoridades no ofrecieron otros detalles sobre el sujeto, que medios locales aseguran es originario de Bangladesh. Tampoco confirmaron versiones de que Ullah, que quedó detenido, lanzó gritos en favor del Estado Islámico (EI).
Él hizo una declaración, pero no vamos a decir aún qué dijo», afirmó el jefe de la Policía de Nueva York, James O’Neill.
Versiones extraoficiales indicaron que el sujeto lanzó consignas a favor del EI. «Él hizo una declaración, pero no vamos a decir aún qué dijo», afirmó el jefe de la Policía de Nueva York, James O’Neill.
No obstante, durante la tarde, la cadena CNN dio a conocer que el sospechoso habría confesado a los investigadores que actuó motivado por las acciones de Israel en Gaza.
Por su parte, el jefe del Departamento de policía indicó que el sujeto «hizo detonar a propósito» el artefacto explosivo, lo que confirma la hipótesis del atentado, aunque el número de víctimas haya sido muy reducido.
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O’Neill añadió que la información aún es muy preliminar y que se están realizando las primeras pesquisas para conocer, entre otras cosas, las simpatías del presunto autor de la explosión y su país de origen.
No obstante, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio confirmó desde el primer momento que las autoridades están considerando el hecho como un intento de atentado terrorista. «El individuo no tuvo éxito en su propósito», afirmó el alcalde, quien insistió en que no hay otras amenazas en la ciudad.
Ullah, según las autoridades, resultó con quemaduras en sus manos y en el abdomen. Las otras tres víctimas sufrieron lesiones causadas por la detonación, incluyendo dolores de cabeza y en los oídos.
Explosión
La explosión se registró en la terminal de autobuses de la Autoridad del Puerto de Nueva York y Nueva Jersey, un punto de la ciudad que a esa hora tenía una gran afluencia por el desplazamiento masivo de neoyorquinos hacia sus puestos de trabajo.
El artefacto estalló en un túnel que conecta la terminal de autobuses con las estaciones del metro suburbano de la plaza de Times Square.
El servicio del metro, que usan a diario seis millones de personas, sufrió alteraciones por la explosión, pero poco a poco fue recuperándose y dos horas después de los hechos sólo quedaban sin funcionar dos líneas que cruzan Manhattan de este a oeste.