Minera Escondida obtuvo unos beneficios netos de 566 millones de dólares entre enero y septiembre de este año, un 16% menos que los 671 millones alcanzados en igual período del año pasado, informó este martes la propia compañía.
PUBLICIDAD
En la caída de las ganancias influyó principalmente la huelga de 44 días realizada a comienzos de 2017 por los trabajadores de la compañía, que también supuso una caída del 21% en la producción de cobre, precisó la empresa, controlada por la australiana BHP Billiton, en un comunicado.
Este último dato llegó en el período a 602.744 toneladas métricas del metal compuesta por 440.841 toneladas de concentrados y 161.902 toneladas de cátodos.
Entre enero y septiembre de este año, el precio promedio de la libra de cobre en la Bolsa de Metales de Londres fue de 2,70 dólares la libra, un 26% más que el precio promedio de 2,14 dólares la libra registrado en 2016.
Los ingresos ordinarios asociados a ventas para la minera fueron de 3.878 millones de dólares los primeros nueve meses del año, lo que representan una subida de 3% respecto del mismo periodo de 2016.
Esta alza se debió principalmente al aumento en el precio del cobre, contrarrestado por la menor producción en el yacimiento, que incluso afectó a la actividad económica del país entre los meses de enero y marzo pasados.
Los costos para la empresa fueron de 2.981 millones de dólares, que equivalió a un incremento del 5% interanual.
PUBLICIDAD
El resultado por actividades de la operación fue de 939 millones de dólares en el período, lo que representa una disminución de 5 %, a causa de la menor producción mencionada.
Entre los meses de enero y septiembre, la compañía contabilizó impuestos a la renta e impuesto específico minero por un total de 286 millones de dólares, con un aumento del 1% interanual, gracias a la mayor tasa de impuesto aplicable durante este año.
Escondida es controlada por BHP Billiton, que tiene una participación del 57,5% en propiedad de la firma, en la que también participan, como minoritarios, la estadounidense Río Tinto y las japonesas Jeco Corporation y Jeco 2.