Justo abajo del edificio de Lord Cochrane 635 hay una panadería. También hay un almacén que vende productos venezolanos, aunque el locatario es chileno. A ambos lugares llegó la prensa a preguntar si habían visto a Rafael Garay. Los dependientes de los dos recintos respondieron que no confirmando así que, hasta el momento, Rafael Garay está cumpliendo el arresto domiciliario total en ese edificio al pie de la letra. No ha salido ni siquiera a comprar el pan.
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El pasado 11 de diciembre había recibido la rebaja de su medida cautelar que llevaba por casi diez meses: prisión preventiva. Ese día su defensa consiguió que esta se cambiara por arresto domiciliario total, que hasta hoy miércoles estaba cumpliendo en el departamento de su pareja. No obstante, este miércoles la Octava Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago revirtió ese pronunciamiento: Garay debe volver a la cárcel.
La medida fue tomada de forma unánime luego que el Ministerio Público apelara a la decisión del Tercer Juzgado de Garantía. ¿La principal razón? Existe riesgo de fuga.
Defensa
A través de declaraciones entregadas en su momento a Publimetro por su abogado Daniel Celis, el defensor negó esa posibilidad aduciendo que «Rafael cambió». Apuntó que ahora es padre de un bebé y que las relaciones con su ex pareja se restablecieron. También dijo que el pasaporte de Garay está en poder de Gendarmería y que, al ser una persona tan conocida, era casi imposible que su presencia pasara inadvertida en cualquier otro lugar.
En esa misma línea, Celis aclaró que incluso recibió una oferta de trabajo que podría realizar desde casa. Y eso podría no poder seguir desarrollándose con el pronunciamiento de la Corte de Apelaciones pues en el anexo Capital Yaber, el ingeniero comercial está con un régimen carcelario similar al que se cumplen en otros recintos de ese tipo en el resto del país.
Alegato de la Fiscalía
El mismo 11 de diciembre, apenas recibió la rebaja a su cautelar, el fiscal a cargo del caso, José Morales indicó que existía riesgo «evidente y permanente» de fuga.
«El imputado todavía arriesga una pena alta considerando la reiteración de delito y que no hay reparación del mal causado», dijo el persecutor en su momento.
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Agregó que el monto depositado por Garay «en promedio no supera los $150 mil por cada víctima, víctimas que han sido estafadas algunos casos en más de $100 a $120 millones de pesos», precisó.
Cabe destacar que Rafael Garay está siendo investigado por estafas que superan los 1.800 millones de pesos. Tras haber cometido este delito, mintió diciendo que sufría de cáncer y con esa excusa habría escapado a Francia. Tras ello se fue a Rumania donde pidió asilo político. En ese país estuvo en el estado de Brasov hasta que la Justicia rumana accedió a su extraditación en febrero pasado. Tras llegar al país, el Tercer Juzgado de Garantía decretó su prisión preventiva inmediata al considerar que existía riesgo de fuga y que era un peligro para la sociedad. Estuvo en ese recinto carcelario desde febrero hasta el pasado 11 de diciembre.
