El Parlamento cubano aprobó hoy extender hasta el 19 de abril del 2018 la actual legislatura, que debía concluir el próximo 24 de febrero después de la celebración de unas elecciones generales tras las que se espera que el presidente Raúl Castro sea relevado en el cargo.
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La medida, propuesta por el Consejo de Estado –máximo órgano decisorio del país-, se tomó por «la situación excepcional» provocada por el paso del huracán Irma en septiembre pasado, que dejó en la isla diez muertos y millonarios daños materiales.
Raúl Castro, quien detenta el cargo de presidente del Consejo de Estado por dos períodos consecutivos, debe dar paso a un nuevo presidente del ejecutivo, aunque nada hace prever que abandone el supremo puesto de Primer Secretario del Partido Comunista (PCC, único)
Eso nos lleva a plantearnos, ¿cómo funciona el sistema electoral en Cuba?
En Cuba los ciudadanos no son convocados a votar directamente en una elección presidencial. La propuesta de un candidato único para presidente, solo le es presentada a los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, una institución que no ha sido elegida por el pueblo, sino designada en gran medida a dedo por la Comisión de Candidaturas Nacional.
Dicha Comisión es designada por las direcciones nacionales de las siguientes seis organizaciones: la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), la Asociación de Agricultores Pequeños (ANAP), la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM).
-Democracia representativa sin partidos políticos-
En Cuba sólo existe un partido político, aunque los cubanos sí que tienen sistema de voto, sólo que no eligen entre formaciones políticas, sino entre los delegados de la única formación política, que es la oficial. Las elecciones se realizan cada cinco años, son libres y en ellas no postulan las organizaciones políticas.
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El régimen cubano se define a sí mismo como una democracia representativa sin partidos políticos. El órgano político básico son las circunscripciones, asambleas de barrio organizadas, mayormente, por los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) -encargados de tareas de vigilancia-. En las circunscripciones todos los ciudadanos mayores de 16 años tienen el derecho y la obligación de participar. En las circunscripciones se eligen representantes locales, provinciales y nacionales.
Aunque el máximo órgano de decisión es la Asamblea Nacional del Poder Popular, y sus representantes electos eligen a su vez al presidente que, en la actualidad, es Raúl Castro. De forma que no son los cubanos quienes eligen a su máxima figura política.
La Constitución cubana establece que la máxima instancia de poder en la República no es el Consejo de Estado y su presidente y jefe del Gobierno, sino el Partido Comunista de Cuba, como «la fuerza dirigente de la sociedad y del Estado», dándole un poder que no se queda solo en el papel.
El sui géneris sistema de gobierno del Poder Popular entró en vigor en 1976: prevé elecciones cada dos años y medio para delegados municipales, y cada cinco años para delegados provinciales y diputados al Parlamento. En las elecciones generales se eligen los poco más de 600 diputados (cifra variable) a la Asamblea Nacional, la cual elige entre sus miembros los 31 miembros del Consejo de Estado.
El Partido Comunista no interviene, pero supervisa a distancia. Son elecciones sin sorpresas políticas, pues el mecanismo está previsto para preservar el sistema socialista instaurado en 1959, aunque no están exentas de tropiezos e inercias.
La ley electoral cubana establece que el presidente, junto con el vicepresidente y los restantes miembros del Consejo de Estado, se eligen a partir de una propuesta elaborada por una Comisión de Candidaturas integrada por diputados electos en los comicios generales, que es sometida a votación en el Parlamento.
-Elecciones históricas-
Las próximas elecciones generales cubanas suscitan un gran interés, ya que la próxima legislatura será la primera ocasión en seis décadas que la Presidencia de Cuba no estará ocupada por un mandatario apellidado Castro, tras más de 40 años de Gobierno de Fidel Castro, sucedido en 2006 y hasta la fecha por su hermano menor, Raúl.
El proceso electoral, que incluye la celebración sucesiva de comicios municipales, regionales y generales, arrancó el 26 de noviembre con la elección de los delegados municipales del Poder Popular (concejales), en la que participaron 7,6 millones de personas, según datos oficiales.
De cara a ese proceso municipal se había constituido la plataforma ciudadana #Otro18, que por primera vez intentó postular a candidatos independientes, aunque finalmente no lo logró.
De entre los delegados elegidos en ese primer proceso saldrá parte de los candidatos a diputados de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) en las elecciones generales, aún sin fecha, y el nuevo Parlamento que resulte electo ratificará el 19 de abril al nuevo presidente de Cuba.
Aunque no hay anuncios oficiales sobre posibles candidatos, todos los pronósticos y la mecánica misma del gobierno, hacen que todos los vaticinios apunten hacia el actual vicepresidente Miguel Díaz-Canel, un ingeniero de 57 años. Con una larga carrera política de la mano de Raúl Castro, Díaz-Canel transitó por la escalera del poder en Cuba, desde dirigente juvenil, pasando por alto funcionario del PCC, ministro de Educación Superior y vicepresidente.
La decisión final parece estar en un pleno del Partido en marzo próximo, anunciado el miércoles por Castro, el cual pasará balance al proceso de reformas y las proyecciones futuras del país.