El gobernador del Banco de Japón (BoJ), Haruhiko Kuroda, tachó este jueves de «anormal» la escalada continuada del precio del bitcoin y afirmó que esta divisa virtual es un «objetivo de la especulación» más que una forma de pago.
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«Si me preguntan si es una forma de pago o si está funcionando como una moneda, pues yo diría que no. Lo veo más como un objetivo para la inversión o la especulación», dijo al ser preguntado por el tema en rueda de prensa.
«Si me preguntan si es una forma de pago o si está funcionando como una moneda, pues yo diría que no. Lo veo más como un objetivo para la inversión o la especulación», dijo al ser preguntado por el tema en rueda de prensa.
Kuroda señaló que las criptomonedas «no suponen un obstáculo» para las políticas del BoJ y añadió que sus medidas monetarias «son las de siempre» y no se ven afectadas por el auge de las criptomonedas, durante una rueda de prensa celebrada al término de la reunión mensual de la junta de política monetaria de la entidad.
Japón se convirtió el pasado abril en el primer país del mundo en reconocer legalmente al bitcoin y otras criptomonedas como forma de pago, una medida que fue acompañada de requerimientos legales para las casas de cambio de este tipo de divisas afincadas en el país asiático.
Esta regularización, unida a la explosión de su popularidad en otros países como Corea del Sur y China y a la más reciente salida a mercados de Estados Unidos de productos financieros derivados del bitcoin, han contribuido a una escalada del precio de la moneda digital.
El bitcoin, no obstante, vive hoy otra jornada negativa, con una caída cercana al uno por ciento y en la que su precio llegó a caer hasta 1.868.700 yenes (16.456 dólares), el mínimo en una semana y después de tocar un nuevo récord el pasado domingo por encima de los 20.000 dólares (16.843 euros), según datos de Coincheck, uno de los mayores mercados nipones.
La cotización de la criptomoneda se ha visto resentida desde que el martes una casa de cambio surcoreana anunciara que había sufrido un ataque informático en el que perdió en torno al 17 % de sus divisas digitales en cartera, lo que le obligó a declararse en quiebra.
