La Iglesia católica chilena salió hoy al paso de las críticas por el costo que va a significar para Chile la visita del papa Francisco, en enero próximo, unos 4.000 millones de pesos (unos 6,4 millones de dólares) y por los días festivos que se han decretado.
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El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati recordó hoy la importancia que tuvo la mediación del papa Juan Pablo II en el conflicto entre Chile y Argentina (1978) para explicar lo relevante que es la llegada del actual pontífice al país austral.
«Cuánto costaría una guerra entre Argentina y Chile. ¿Cuánto costaría?… Y bien, el papa le evitó a Chile eso», enfatizó Ezzati, durante la celebración de una fiesta navideña en la población santiaguina Lo Hermida de Peñalolén.
El costo de la visita del papa Francisco y la declaración de festivo en las regiones de La Araucanía y Tarapacá, que también puede ampliarse a la región metropolitana de Santiago, han generado diversas críticas.
El excontralor Ramiro Mendoza, que se mostró reacio a los festivos por la venida del papa, cuestionó el papel del Congreso en la toma de este tipo de decisiones.
«Al Legislativo no le ha temblado la mano para acceder a generar efemérides legales, muchas transitorias y anuales -lo que pervierte el sentido mismo de la ley-, principalmente atendiendo a gentilezas territoriales», señaló Mendoza en una columna publicada por el diario El Mercurio.
«Como siempre el diablo mete la cola, al final el regalo terminará siendo para el turismo, pues el próximo 16 (de enero) que se declarará festivo es martes, lo que ya debe estar animando a muchos a un largo fin de semana en la costa», sentenció Mendoza.
El papa Francisco estará en Chile entre el 15 y 18 de enero y recorrerá las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique.