Al menos unos cinco mil manifestantes marcharon este lunes en Lima, a pesar del feriado por Navidad, en rechazo al indulto humanitario concedido al expresidente Alberto Fujimori, y exigiendo la salida del presidente Pedro Pablo Kuczynski, a quien acusan de negociar políticamente la medida.
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«¡Fuera, fuera PPK!, ¡Fuera, fuera PPK!», corearon con furor los manifestantes que tomaron las calles al anochecer -convocados por colectivos civiles a través de las redes sociales- al pronunciar el acrónimo del nombre del presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski.
La marcha recorrió céntricas calles de la capital bajo fuerte custodia de la policía antimotines. Los custodios buscaban evitar que los manifestantes se dirijan hacia la clínica donde Fujimori está hospitalizado en cuidados intensivos por una arritmia cardiaca y una baja de presión arterial.
Frente a la clínica, cientos de simpatizantes del expresidente celebraban la liberación de su líder.
«Fujimori, asesino y ladrón.¡No al indulto!» se lee en una de las múltiples pancartas que cargan los detractores, que marchaban a paso lento llevando una enorme bandera del Perú como estandarte.
La marcha se alimentó de duras consignas contra PPK, porque el mandatario prometió durante la campaña electoral de 2016 no liberar a Fujimori.
El indulto humanitario y gracia presidencial otorgado el domingo ha dividido en dos al Perú entre antifujimoristas y fujimoristas, aglutinados estos en el poderoso partido populista Fuerza Popular, de Keiko Fujimori, hija del expresidente (1990-2000).
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Los familiares de las víctimas de la política antiterrorista del autócrata Fujimori, se sumaron también a la marcha.
«Todo es parte de un juego político, las razones de salud (invocadas para el indulto) no son claras, estamos aquí como familiares (de víctimas durante el gobierno de Fujimori) para rechazar este ilegal indulto porque no corresponde por la gravedad de los delitos sentenciados», dijo a la prensa Gisella Ortiz, representante de un grupo de familiares.
El indulto disparó también las alarmas entre organizaciones de derechos humanos, muy críticos de Fujimori.
Paulo Abrao, secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, rechazó el indulto en un pronunciamiento en su cuenta de Twitter.
«Indultar a Fujimori habiendo la opción de trasladarlo a un hospital, personalmente me parece acto político que ignora la proporción entre el perdón de la pena y la gravedad de los delitos de lesa humanidad. Una ofensa a las victimas. No es reconciliación. Es simple impunidad», escribió Abrao.
«No es posible indultar esos crímenes. Lo dice el derecho internacional», indicó Carlos Rivera, abogado de víctimas de la política anterrorista de Fujimori.
Kuczynski indultó a Fujimori en base a una recomendación médica tres días después que un sector minoritario de la bancada fujimorista evitó que el Congreso lo destituyera.
Fujimori estuvo preso más de 10 años, desde 2007. luego de ser condenado en 2009 a 25 años de cárcel como autor mediato del homicidio de 25 personas en un operativo antiterrorista y por el secuestro agravado de dos personas.