El gobierno, la patronal y los grandes sindicatos españoles firmaron este martes un acuerdo por el que se aumenta un 4% el salario mínimo en 2018, en una de las economías más dinámicas de la Eurozona.
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El objetivo es que el salario mínimo ascienda a 992 euros (a razón de doce mensualidades) en 2020, cuando termine la actual legislatura.
«Es un salto para corregir esa anomalía histórica» de un salario mínimo demasiado bajo, declaró el secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo, recordando que «España ha sufrido un proceso intenso de devaluación salarial» durante la crisis económica de 2008-2013.
El acuerdo cerrado este martes prevé aumentar en 2018 el salario mínimo interprofesional de 825 a 858 euros (a razón de doce pagas). Habrá progresos anuales para llegar a 992 euros en 2020.
Dichos aumentos se efectuarán siempre y cuando «nuestro crecimiento económico sea del 2,5% (de PIB) y la creación de empleo de 450.000 empleos al año», puntualizó el presidente del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy.
Según las previsiones de su ejecutivo, el crecimiento económico será del 3,1% del PIB este año, y en cuanto a creación de puestos de trabajo, «no serán medio millón de empleos los creados este año, sino cerca de 600.000».
Por ello, el pacto para un aumento del salario mínimo «es un acuerdo razonable, y es un acuerdo sostenible», añadió Rajoy.
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En 2017 el gobierno concedió el mayor aumento del salario mínimo en treinta años, un 8%.
Sin embargo sigue siendo bajo en Europa. En Francia, el salario mínimo es de 1.467 euros, aunque en el vecino Portugal apenas llega a 618 euros.
La tasa de desempleo alcanzó un máximo cercano al 27% a comienzos de 2013, pero desde entonces ha retrocedido con fuerza. Sigue siendo no obstante el segundo más elevado de la zona euro, con un 16,4% en el tercer trimestre.
La reforma laboral aprobada en 2012 por iniciativa del gobierno de Mariano Rajoy contribuyó al retroceso del desempleo, aunque la precariedad del empleo se ha acentuado.
España tiene además el récord en la proporción de contratos temporales en la zona euro, cerca de un tercio.