Todo hacía presagiar que poca gente iba a votar en la segunda vuelta, pero la noticia dio un vuelco inesperado. La participación incluso subió en comparación a la primera vuelta de la elección presidencial.
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Desde que se implementó la inscripción automática y el voto voluntario en 2012, la abstención había sido protagonista. Y si bien, aún sigue siendo mayoría, la brecha se acortó. En el balotaje del 17 de diciembre la participación alcanzó un 48,8% del padrón.
Fue al revés
Con esta cifra hubo un aumento en la cantidad de votantes de 2,42%. Es decir, 319.626 personas más votaron, en comparación a la primera vuelta.
Llevándolo a la elección presidencial anterior, se superó con creces el 42% de participación. Esta habría sido la cifra de la segunda vuelta presidencial entre Michelle Bachelet y Evelyn Matthei.
Pese a aquello, la abstención sigue representando a más de la mitad de los ciudadanos habilitados para votar. Se alcanzó un 51%, con 7.323.066 personas que pudiendo votar, no lo hicieron. Pero ha existido un avance histórico.
La primera vez que debutó este sistema fue para las elecciones municipales del año 2012. En aquella ocasión, un 57% de las personas que estaban habilitadas para sufragar, no lo hicieron.
Pero en la elección previa a estas presidenciales, es decir las municipales del 2016, fue el punto más dramático. Apenas el 34% de los electores ejerció su derecho a voto.
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De un padrón de 14,1 millones de personas, sólo votó un tercio de los habilitados. Por esta razón, días antes de la segunda vuelta la mayoría de los analistas consultados coincidían en que sería una votación difícil de analizar, asumiendo que un alto porcentaje ni siquiera se levantaría de su cama para ir a ejercer este derecho.
Error de análisis
En los análisis se tomaba en consideración también los porcentajes de votantes que se sentían representados por los candidatos que no pasaron a segunda vuelta. Recordemos que el Frente Amplio se alzó como tercera fuerza política, donde su candidata Beatriz Sánchez estuvo a escasos puntos de pasar. ¿Qué pasó con esos votos? No se sabe exactamente, pero lo que si quedó claro es que más gente quizo participar, y finalmente el Presidente electo resultó ser Sebastián Piñera por sobre Alejandro Guillier.
El titular esperado era «abstención logra un porcentaje mayor al de la primera vuelta». Sorprendentemente este fue uno de los titulares que no se llegaron a imprimir.