Este martes la Corte de Apelaciones de Rancagua dictaminó el sobreseimiento definitivo de Sebastián Dávalos del caso Caval, por los delitos de tráfico de influencias, revelación de secreto, uso de información privilegiada y negociación incompatible.
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Tras este hecho, el ex director socio cultural de La Moneda rompió meses de silencio y leyó una declaración pública en las afueras del tribunal.
«Tres años han pasado desde que estalló el caso, hemos visto desfilar un sinnúmero de imputados y testigos», comenzó leyendo.
En ese sentido, afirmó que es «paradójico es que pese a encontrarse la causa cerrada, la fiscalía mantuviera el porfiado afán de negarse sistemáticamente a mi sobreseimiento, aún cuando he señalado en más de una ocasión que no he cometido delito alguno.
«El caso Caval dejó de ser hace mucho tiempo un caso penal y es a todas luces un caso político en el que se nos ha enjuiciado y sentenciado comunicacionalmente a mi y a mi familia sin existir a la fecha juicio alguno.», aseguró Dávalos.
Adelantó además que se querellará por las filtraciones en su contra ocurridas durante todo el proceso, asegurando que el Ministerio Público las permitió «a al menos tres medios de comunicación distintos».
Por último, Dávalos aseveró que «no me sorprendería que después de emitido este comunicado la muy corrupta fiscalía, haciendo uso de la nomenclatura utilizada por el fiscal nacional, intente formalizarse por algún delito inexistente a modo de represalia como ya ocurrió un tiempo atrás en el caso de Natalia».