Con un pelaje albo y ojos azules cristalinos, una hermosa modelo felina gana cada día más adeptos en las redes sociales. Se trata de Choupette, la gata del excéntrico diseñador de modas, Karl Lagarfeld.
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A sus cinco años, esta gata siamesa de raza birmana posee un estilo de vida bastante particular, pues acostumbra pasear por aviones de primera clase y comer en la mesa junto a su dueño.
Tanto ha sido su éxito, que por su colaboración en una marca de cosméticos en Japón, además de haber posado para un calendario alemán de automóviles, la gata ganó tres millones de euros. Su fortuna asciende de manera tal, que en 2014 ganó solo un millón menos de euros que la cotizada modelo Cara Delevigne.
Es por esto que los cuidados de la minina son exclusivos, cuenta con dos niñeras ya que no le gusta estar sola. Entre sus grandes logros destaca su portada en Vogue Alemania junto a Linda Evangelista en 2013, su extensa colección de bolsos de diseñador, y por supuesto, su propio libro “Choupette: la vida privada de una gata fashion de altos vuelos” publicado en 2014, en donde expone a lo largo de 128 páginas su consentida manera de vivir. En el libro, su dueño -que también es el director creativo de Chanel-, explica que jamás imaginó sentirse enamorado de esa manera con un gato.
Si bien es una felina, su dueño no permite que trabaje en proyectos vulgares como anuncios de comida. La gata más millonaria del mundo, además es bastante popular. La rompe en Instagram con 107 mil seguidores, que se suman a los 51 mil que la siguen en Twitter.
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A su vez, la firma Lagerfeld ya posee toda una línea de productos asociados a la imagen de la gata estrella, entre ellos vestidos, gorros y cosméticos.
Choupette llegó de golpe a la vida del diseñador, puesto que fue adoptada luego de cuidarla un par de días mientras que su dueño, un amigo de Lagerfeld, estaba de vacaciones. Si bien era otro el destino de este animal, su dueño decidió hacerse cargo y ya vemos el resultado.
A pesar de que el fenómeno de las mascotas de famosos ha crecido exponencialmente, sobretodo gracias a las redes sociales, Choupette tiene solo un rival hasta la fecha; Grumpy Cat, el famoso gato malhumorado que gana cerca de cien millones de dólares gracias a sus acuerdos comerciales.