Este martes a las 23:00, las calles de Quillota pudieron teñirse de rojo por culpa de una irresponsable pareja. Los padres del año conducían un Nissan Terrano en estado de ebriedad y pasó lo obvio: chocaron. Pero esa no es la peor noticia. Ambos viajaban junto a su guagua de seis meses en el asiento trasero, la que habría sentido todo el impacto. Como si esto fuera poco y, con el objetivo de burlar a la policía, el conductor no encontró nada mejor que cambiarse de puesto, poniendo a su mujer al volante. ¿El problema? Ella también había bebido.
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Los hechos ocurrieron cuando la pareja conducía en la calle Freire de la ciudad de la chirimoya. El chofer, identificado como J.J.C.C. (28) manejaba en dirección hacia San Pedro hasta que, de un momento a otro, se estrelló contra un auto estacionado. El impacto lo dejó a él y a su pareja viendo doble, pero esta vez no por el alcohol.
Fue a causa del ruido que un vecino reportó el hecho a la Cuarta Comisaría de la ciudad. Lo hizo rápido pues, tras el choque, la pareja intentó huir. No alcanzaron: Carabineros los encontró metros más adelante.
El colmo
Tal como informó «La Estrella de Quillota«, el conductor tenía 1,73 gramos de alcohol en la sangre. La Ley chilena considera que alguien está «en estado de ebriedad» cuando tiene 0,8 gramos de alcohol en la sangre. El joven padre tenía más de dos veces ese índice. En esas condiciones a un ciudadano no se le permite manejar. Incluso, caminar es complicado.
Ahora bien, la madre del lactante fue rápidamente cambiada de puesto por su pareja antes de la llegada de Carabineros. De esta forma el conductor pretendía evadir a la Justicia, pero no le salió: la mujer tenía nada más ni nada menos que 0,95 gramos de alcohol en la sangre. Es decir, también estaba en «estado de ebriedad».
Ambos fueron citados al Juzgado de Familia donde se determinó su libertad. Por otra parte, los magistrados estimaron conveniente devolverles la hija.