A principios del mes de diciembre, el Tierpark de Berlín tuvo la alegría de recibir a la segunda hija de Tonja, su querida osa polar de ocho años de edad. Lamentablemente y en menos de un mes, el zoológico debió informar el fallecimiento de la bebé oso.
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A pesar de que las causas apuntan a una eventual deshidratación, puesto que la cría bebió muy poca leche en sus últimas horas, se realizará una autopsia a cargo de científicos del Instituto Leibniz para la investigación zoológica y de la fauna salvaje (IZW), con el objetivo de poder determinar las causas concretas del deceso.
La pequeña osa polar nació el pasado 7 de diciembre en el Tierpark, zoológico de la capital alemana y recién el 28 del mismo mes pudo abrir sus ojos por primera vez.
La comunidad responsable del animal expresó su profunda tristeza a través de un comunicado oficial, en donde manifestaron que si bien la tasa de mortalidad de los oseznos es muy alta en las primeras semanas, han descartado que su madre, Tonja, sea la responsable del fallecimiento de la cría.
Además, en el comunicado confirman que la osa fue una excelente madre, y que la vieron amamantando a su cachorra hasta aproximadamente el día de año nuevo.
La pequeña osezna aún no tenía nombre ni había sido presentada en público, a pesar de su popularidad en videos de internet. En Berlín el sentimiento es especial, pues coincidentemente, el oso es el animal símbolo de la capital alemana.
El deceso enluta a toda la comunidad, sobretodo porque meses atrás, en marzo, ya habían tenido que despedir a Fritz, el primer hijo de Tonja que alcanzó a vivir tan solo tres meses. El nombre de ese osezno se eligió en una votación popular en donde participaron 10 mil personas. Fritz fue el primer oso polar nacido en ese zoológico en 22 años.