La Presidenta Michelle Bachelet recibió una inetresante propuesta hoy. Se trata de un proyecto para la construcción de un tren de alta velocidad entre Santiago y Valparaíso.
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La iniciativa, presentada por el consorcio TVS, integrado por China Railways Group Limited (CREC), la chilena Sigdo Koppers y Latinoamérica Infraestructura, requiere una inversión de unos 1.600 millones de dólares y prevé unir Santiago con el principal puerto chileno en 45 minutos y Santiago-Viña del Mar en 39 minutos, la mitad del tiempo por carretera.
“Hemos venido a presentarle este proyecto a la Presidenta de la República con el fin de transmitirle la intención de materializar en el corto plazo un proyecto país que, de ser aprobado, aportará a la conectividad regional”, afirmó Juan Eduardo Errázuriz, presidente ejecutivo de Sigdo Koppers.
Por su parte, Álvaro González, gerente general de TVS, explicó que “se trata de una iniciativa pionera en su tipo, dado que se podría convertir en el primer ferrocarril de su tipo en Sudamérica, desarrollado completamente por inversionistas privados y sin subsidios del Estado”.
El representante de China Railways Group Limited (CREC), Yang Jinjun, destacó que la empresa cuenta “con una vasta experiencia en el desarrollo de grandes proyectos ferroviarios” y añadió que “nos enorgullece poder aportar al desarrollo del área de infraestructura del transporte público en Chile, país que tiene un enorme potencial en este ámbito”.
En total, el proyecto contempla cuatro estaciones a lo largo del trazado (Valparaíso, Viña del Mar, Casablanca y Santiago) e incluye un servicio de carga. Proyecta trenes con capacidad para 890 pasajeros sentados, que pueden lograr velocidades de hasta 200 kilómetros por hora, casi el doble de los equipos que operan actualmente en Chile.
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Si los permisos que se requieren para materializar el proyecto son otorgados, sus promotores calculan que la construcción del tren se concrete en un plazo de cuatro años.
El total de la financiación lo aportará el consorcio TVS, desde donde aseguran que, al ser un proyecto mixto, de transporte de pasajeros y carga, el tren no requerirá de subsidios a la inversión, haciendo viable su desarrollo en el corto plazo.
“Junto con aportar a la movilidad eficiente y segura de los habitantes de ambas regiones, el tren Valparaíso-Santiago es una respuesta sustentable y efectiva para abordar el creciente aumento de la carga movilizada por los puertos de Valparaíso y de San Antonio en las próximas décadas”, resaltó el consorcio.
«Junto con reducir los actuales tiempos de viaje, contribuye a elevar la calidad de vida de las personas, con una alternativa de transporte que reduce significativamente la congestión y la contaminación y que nos trae de vuelta al modo ferroviario nuevamente como protagonista de la movilidad en Chile», subrayó González.
Con este nuevo transporte se verían beneficiadas más de 8 millones de persona, según cálculos del consorcio.
Cabe recordar que no es primera vez que se propone unir Santiago y Valparaíso vía ferrocarril. De hecho, en 2016 la propia Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) encargó un proyecto de prefactibilidad, con un costo en torno a los US$ 3 mil millones. Eso sí, el estudio habría arrojado que no era conveniente construir un tren de estas características.