Además del té con sabor a frutos rojos, en Chile hay otra yerba que tenía esta condición y que se popularizó durante 2017: la marihuana de tipo «cripy» y la saborizada. Así al menos lo indica el equipo antidrogas del OS7 de Carabineros, que entregó su balance sobre las incautaciones de esa sustancia realizadas hasta el último día del año pasado.
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Según sus estudios, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre del año pasado, ese equipo incautó un total de 7.659 kilos de marihuana. De ese total, 6.469 kilos correspondían a la de tipo “elaborada”, que es la más común del país, mientras que 1.189 kilos eran del tipo «cripy».
Ingresa desde el extranjero
Según el teniente Pablo Ardiles, vocero del departamento antidrogas del OS7 de Carabineros, las primeras veces que tomaron contacto con este tipo de sustancia fue en 2016, no obstante, el año pasado alcanzó su consagración al llegar al 15% de las incautaciones totales.
«Este tipo de marihuana es modificada y por eso tiene niveles de THC que son cinco veces por sobre la marihuana elaborada normal», explica el teniente Ardiles. Agrega que, a causa de esto, un kilo de «cripy» tiene un costo similar a uno de cocaína.
Versión con sabores
Andrés Oyarzún (25), es diseñador gráfico y se declara abiertamente un consumidor de marihuana. Dice haber probado la de tipo «cripy» la que describe como una «prensada a lo colombiano, como un ‘porro’, pero más refinado». Añade que «viene con sustancias tóxicas, es desagradable y además tiene otro color, que es mas opaco».
Por eso afirma que prefiere la que tiene sabores. El más popular es el de sabor a frutos rojos. Para él, es «súper rico cuando tienes la posibilidad de fumar buena marihuana y sentir sabores y aromas. Es un gran valor agregado».
Dentro de las estadísticas que maneja el OS7, el año pasado alcanzaron a incautar al menos 56 gramos de marihuana «cripy» con sabor a frutos rojos, encontrada el pasado 7 de diciembre por un equipo de Talcahuano.
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Esta «innovación» en el negocio le preocupa al teniente Ardiles pues «arroja una alerta para nosotros porque si vemos esto como un negocio, los narcotraficantes están apuntando al público joven al cual quieren convencer con el sabor».
Trabajan en tres líneas
Según el uniformado, uno de las líneas de acción que tuvo el equipo del OS7 fue identificar el origen de la sustancia: Colombia. Por lo mismo, el teniente destaca que ya están trabajando para evitar que la marihuana «cripy» llegue a Chile.
«Estamos apuntando todos nuestros esfuerzos para que la droga llegue a los consumidores, sea marihuana, cocaína, lo que sea», declara.
Por lo mismo afirma que en este 2018 reforzarán las tres líneas de trabajo que el OS7 ya mantuvo el año pasado: servicios especializados en las fronteras para evitar el ingreso de la marihuana, control de rutas con unidades detectoras de droga que incluye el trabajo de perros adiestrados, además de investigaciones para desbaratar el micro y el macotráfico en las poblaciones. La idea es que esta sustancia se esfume del país.