Este viernes el diputado opositor Julio Borges dejó la presidencia del Parlamento venezolano, cumpliendo así un pacto de la oposición que establece que el mandato de la Asamblea Nacional (AN) cambiará todos los años.
PUBLICIDAD
Por su parte, el nuevo presidente se mostró dispuesto a dialogar con sectores del oficialismo, lo que podría abrir un proceso de distensión entre el gobierno y el Legislativo, que han mantenido una pugna en los últimos dos años.
Al asumir la presidencia del Congreso en el nuevo período anual de sesiones, el diputado Omar Barboza anunció que estaba abierto a conversar con todos los sectores, incluido el oficialismo, y a promover la «reconstrucción de la unidad democrática» como alternativa para el cambio político en el país suramericano agobiado por una crisis económica, política y social.
Desde que la oposición asumió el control del Congreso en enero de 2016 ha mantenido constantes enfrentamientos con el gobierno, mismos que se intensificaron luego de la instalación en agosto pasado de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente que asumió las competencias legislativas de la Asamblea Nacional.
«Nos encontramos ante el riesgo cierto de la disolución de la República en medio de la anarquía y la ausencia del Estado de derecho», dijo Barboza, un experimentado político de 73 años, al plantear que el país requiere un «cambio profundo» del modelo político que gobierna Venezuela, que consideró como «populismo totalitario».
Asimismo, el también dirigente del partido Un Nuevo Tiempo llamó a la oposición a superar los desencuentros y «reconstruir la unidad», y dijo que colaboraría en el proceso para un eventual diálogo entre el gobierno y la oposición que se adelanta desde septiembre del año pasado con el apoyo de la comunidad internacional y que se espera retomar la próxima semana en República Dominicana.
En una muestra de las divisiones que imperan en la oposición, la nueva directiva de la Asamblea Nacional no contó con el apoyo de cinco de los 104 diputados opositores presentes en la sesión, quienes objetaron a Barboza por presuntamente avalar a la Constituyente. Barboza es identificado como muy cercano al excandidato presidencial Manuel Rosales, quien ha participado como delegado de la oposición en el proceso de diálogo y ha sido acusado por algunos sectores opositores de negociar con el oficialismo.
La coalición opositora, integrada por una veintena de partidos, entró en una crisis tras las protestas callejeras que se registraron entre abril y julio pasado y que dejaron más de 120 fallecidos y varios centenares de heridos. Las manifestaciones antigubernamentales fueron respaldadas en las calles por algunos congresistas opositores y la anterior directiva de la Asamblea Nacional encabezada por el diputado Julio Borges, quien fue señalado por el presidente Nicolás Maduro de promover una conspiración contra su gobierno y exigió su enjuiciamiento por supuesta “traición a la patria”.