Cualquier bruma que detecte en las calles de Washington pudiera ser simplemente resultado de la nueva arma municipal contra las ratas: hielo seco.
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El administrador de la división municipal de control de roedores, Gerard Brown, le dijo a The Washington Post que esa forma congelada de dióxido de carbono complementa el veneno usado por la ciudad, en momentos en que las quejas sobre ratas alcanzan su nivel más alto en cuatro años.
El mes pasado, Brown y la alcaldesa Muriel Bowser supervisaron una demostración en la que funcionarios del departamento de salud colocaron hielo seco en un nido de ratas en un callejón en el noreste de Washington. Los vapores de dióxido de carbono que emanaron asfixiaron a las ratas, de acuerdo con la explicación de Brown.
La municipalidad está alentando a los residentes a comprar su propio hielo seco y va a emitir directrices para su uso.
El director de energía y ambiente Tommy Wells dijo que el hielo seco es un método relativamente humano, barato e inocuo para mascotas.