Mientras algunos niegan la existencia del cambio climático, las temperaturas récord se posicionan como la mayor prueba de ello con temperaturas extremadamente frías y calientes en distintas zonas del planeta.
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Calor extremo
A finales de diciembre la Organización Meteorológica Mundial (OMM), parte de las Naciones Unidas, calificó el año 2017 como el tercero más caluroso de la historia. Este 2018 parece que el escenario no cambiará mucho.
En Australia viven prácticamente un infierno, ya que el domingo a las 3:25 hora local los termómetros alcanzaron los 47,3 ºC grados en Sídney, consolidándose como el día más caluroso en casi 80 años, de acuerdo con el servicio meteorológico de Nueva Gales del Sur.
A pesar que el récord lo sigue ostentando al temperatura de 47,8 ºC registrada en 1939, lo cierto es que los australianos no han tenido un buen inicio de año, ya que la ola de calor provocó problemas en el servicio de transporte y de suministro eléctrico en toda la capital.
Los cortes de energía en la costa central afectaron a más de cuatro mil hogares y en Sídney se produjeron apagones en casi tres mil propiedades, según The Daily Telegraph..
En cuanto al transporte, las autoridades aplicaron restricciones de velocidad y se registraron demoras en las líneas Central Coast y Newcastle.
La imagen que se repitió en todos los noticieros australianos era la misma, cientos de personas inundando las playas para poder aminorar aunque sea un poco el calor.
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Incendios
Pero la peor parte sin duda se la han llevado los estados de Nueva Gales del Sur, Australia del Sur y Victoria, quienes han sido víctimas de los feroces incendios que ya han devastado algunas propiedades.
Un invierno seco, las intensas temperaturas que llegan a derretir el pavimento y los fuertes vientos han contribuido a la propagación de los siniestros, afectando mayormente a Melbourne.
De acuerdo con el Quinto Informe de Evaluación del cambio climático de la ONU «es probable que al final de este siglo se presencie un aumento de 1–2° C en la temperatura media mundial en relación con el nivel de 1990».
Frío intenso
Al otro lado del globo no se salvan de las temperaturas extremas. La ráfaga de aire ártico que envolvió algunas partes de la costa este de Estados Unidos rompió más récords de temperaturas bajas en varias ciudades el domingo, aunque se prevé que comiencen a subir el lunes.
En el país norteamericano también se rompieron récords, el Servicio Meteorológico Nacional indicó que la temperatura en Worcester, Massachusetts, cayó a -22 ºC el domingo y rompió un récord de -20 ºC establecido en 1942.
Sin embargo, la peor parte se la llevaron el sábado. Vientos de más de 144,8 kilómetros por hora se registraron en el monte Washington, el punto más alto del noreste del país, donde reinaban temperaturas de -38,3 ºC y una sensación térmica de -69,44 ºC. Empató con Armstrong, Ontario, en el segundo puesto como el lugar más frío del mundo.
Por su parte, una marejada de 90 centímetros que azotó el jueves la costa de Massachusetts debido a la tormenta de nieve se convirtió en la de mayor altura registrada en casi un siglo.
Los habitantes de Boston y sus suburbios efectuaban el sábado labores de limpieza porque la marejada inundó calles y numerosas personas desalojaron sus moradas a medida que el agua se congelaba.
Las temperaturas del domingo se situaron alrededor de los -7 y -10 ºC en el área de Filadelfia hasta Boston, se prevé que el aire adormecedor abandone la región. Se pronostica que suban hasta los cero o 4 ºC para el lunes y martes.
