Tras una serie de tuits contradictorios del presidente Donald Trump, la Cámara de Representantes revalidó el jueves un programa de recolección de información en el extranjero pero con un agregado importante: el FBI deberá obtener una orden judicial para poder ver el contenido de comunicaciones de estadounidenses obtenidas inadvertidamente en esos procedimientos.
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El proyecto de ley que revalida el programa que permite a las agencias de espionaje recolectar información sobre extranjeros en el exterior fue aprobado por 256 votos contra 164 y ahora va al Senado. Trump ha dicho que promulgará la ley, que extiende la vigencia del programa por seis años.
El director nacional de inteligencia, Dan Coates, dice que este programa es clave para conocer el pensamiento y las acciones de enemigos de Estados Unidos, pero el programa, que vence el 19 de enero, también recoge comunicaciones de estadounidenses.
Los defensores de la privacidad y algunos abogados de ambos partidos quieren que el FBI obtenga una orden judicial para ver información sobre estadounidenses que se encuentre en la base de datos con el fin de investigar delitos cometidos en el país.
El proyecto aprobado por la cámara baja permitiría al FBI buscar información sobre estadounidenses en la base de datos, pero les obligaría a obtener una orden judicial para conocer el contenido de las comunicaciones.
Los tuits matutinos de Trump provocaron confusión
En un tuit inicial, el presidente insinuó que ese programa fue utilizado para recoger información con la cual tal vez «se vigiló de mala manera y se cometieron abusos» contra su campaña. Posteriormente, Trump mantuvo una conversación telefónica con el presidente de la cámara baja, Paul Ryan, según una fuente republicana enterada del hecho pero que no estaba autorizada a revelar el contenido de comunicaciones privadas.
Poco después, el presidente cambió de tono en Twitter. «Esta votación es sobre vigilancia extranjera de villanos extranjeros en tierra extranjera. ¡La necesitamos! ¡Avívense!»
El legislador Adam Schiff, de California, el demócrata de mayor jerarquía en la comisión de inteligencia de la cámara, dijo que los tuits de Trump fueron «declaraciones inexactas, contradictorias y confusas», e insinuó que se aplace la votación hasta determinar la posición de la Casa Blanca, pero ésta se realizó.
El presidente aparentemente contradijo la posición de su propio gobierno. En un tuit vinculó el programa que respalda la Casa Blanca con un documento según el cual su campaña tuvo relaciones con Rusia. Esto confundió a sus colaboradores y los legisladores.