Luego de las críticas por su participación en la misa que dio el papa Francisco en el Parque O’higgins, el obispo de Osorno, Juan Barros, acusado de ser uno de los mayores encubridores de los delitos que habría cometido el sacerdote Fernando Karadima, agradeció a la «gente que reza por mí».
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Preguntado por las acusaciones en su contra, el obispo afirmó que «se han dicho muchas mentiras respecto de lo mío. La verdad es muy importante y la verdad es lo que tiene que primar«.
En relación a si su participación en la misa de la paz habría nublado la instancia, la autoridad de la diócesis de Osorno afirmó que «el Papa es grandísimo y su visita es de un provecho enorme. En nuestra visita en febrero el Papa fue muy afectuoso conmigo«.
Finalmente, respecto a la carta de 2015 que se dio a conocer donde se muestran las preocupaciones de los obispos por la designación que Francisco hizo de Barros y una supuesta intención que el obispo tuviera un año sabático, Barros afirmó estar sorprendido, ya que no conocía de la existencia de la misiva.
Rechazo del perdón del Papa por parte de las víctimas
En su discurso en La Moneda, el sumo pontífice dijo que no podía dejar de manifestar “el dolor y la vergüenza” por el “daño irreparable causado a niños por ministros de la Iglesia”.
Luego de ver a Barros en la mencionada ceremonia, Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de Karadima, calificó como palabras vacías los dichos del papa Francisco en los que pidió perdón por los abusos cometidos dentro de la iglesia.
“El papa pide perdón por abusos. Otro buen titular que saca aplauso y ahí se queda. Otro titular barato. Basta de perdones y más acciones. Los obispos encubridores ahí siguen. Palabras vacías. Dolor y vergüenza es lo que sienten las víctimas”, señaló.
En tanto, el vocero de la Organización de Laicos de Osorno, Juan Carlos Claret, afirmó que «valoramos el mensaje del Papa de pedir perdón por los abusos, también queremos acciones concretas».
