Dolidos con el Papa. Así se encuentran Juan Carlos Cruz, José Andrés Murillo y James Hamilton, tres de las víctimas de Fernando Karadima luego que Francisco entregara su respaldo completo al obispo Juan Barros, a minutos de participar en una nueva misa con él en Iquique.
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«Es inaceptable lo que ha dicho el Papa Francisco», dijo Hamilton, uno de los voceros.
Agregó que el haber manifestado su respaldo tanto en la mañana de este jueves como en mayo de 2015 cuando trató de «tontos» a la comunidad de Osorno que se opone a la figura de Juan Barros «revela un rostro desconocido del Pontífice».
Acusaron a comunidad de El Bosque
Por su parte Juan Carlos Cruz se encargó de acusar tanto al obispo de Osorno como a otros miembros de la comunidad de El Bosque de haber conocido sobre los abusos de Karadima.
«El obispo Barros formó parte casi por 40 años del círculo íntimo del sacerdote Karadima, condenado por la Iglesia por abusos de menores y mayores de edad, abuso de consciencia, abuso poder y manipulación, y por haber creado un grupo sectario, la Pía Unión Sacerdotal, que luego fue disuelta por la propia Iglesia», dijo el vocero de las víctimas.
Agregó que «en la causa, y gracias a múltiples testimonios, se sabe que miembros de la comunidad de El Bosque estaban en total conocimiento de los abusos del sacerdote Karadima. Siendo el obispo Barros tan cercano al sacerdote Karadima, y durante tanto tiempo, él sabía de los abusos de Karadima. A pesar de esto, nunca denunció al sacerdote, ni por abuso de consciencia, ni por abuso sexual».
Además, el grupo declaró que enviaron documentos al Cardenal Juan Francisco Fresno acusando a Kadarima ya en los años 80, pero que en ese entonces Juan Barros era el secretario personal del cardenal. “Él se ocupó de eliminar esta carta”, precisaron.
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Descontentos con el Papa
En la lectura del comunicado, también acusaron al obispo de San Bernardo, Ignacio González, de proteger con violencia a Barros.
“Hoy vimos incluso a un obispo -Ignacio Gonzalez- actuando de manera matonezca y maltratar públicamente a una periodista que intentaba entrevistar al obispo Barros. Todo esto es grave”, declararon.
“Lo que ha hecho el Papa hoy es ofensivo y doloroso y no solo con nosotros, sino contra todos quienes luchan por crear contextos menos abusivos y más éticos en lugares como la Iglesia Católica”.
Por último, pidieron que las palabras de perdón y vergüenza que expresó Francisco se manifiesten en acciones concretas.