Emitir una boleta y cobrar por ello pero jamás haber hecho el trabajo podría constituir un delito en Chile. ¿Razón? Se estaría favoreciendo a las empresas pues con esto pagarían menos impuestos. Esta práctica se ha denominado como una «boleta ideológicamente falsa» y de eso estaba acusado el senador Iván Moreira, quien fue desaforado desde julio pasado luego que el Ministerio Público intentara llevarlo a juicio por el caso Penta.
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Hace dos días el fiscal jefe de la Región Metropolitana, Manuel Guerra, cambió de estrategia y abrió la posibilidad de que el parlamentario no enfrentara a los jueces, siempre y cuando pagara una multa de $35 millones. Esto provocó la molestia del fiscal Carlos Gajardo y Pablo Norambuena, ambos empeñados en demostrar la responsabilidad del senador en el caso. Por lo mismo, ambos presentaron su renuncia este viernes.
Años de trabajo
Las empresas que operan en nuestro país pagan impuesto por sobre lo que ganan. En simple: si una cadena gana $100, paga impuestos por ese monto. Pero si declara que fue necesario realizar una asesoría por la cual se pagó $10, entonces las ganancias llegarían sólo a $90. ¿Resultado? Los impuestos bajan. Para justificar tales gastos, las compañías necesitan que alguien emita una boleta, sin importar si hace o no el trabajo, es decir, una de tipo «ideológicamente falsa». Una practica similar a esa es la que habría cometido el senador Moreira y los fiscales Gajardo y Norambuena destinaron al menos dos años de investigación para comprobarlo.
De hecho, desde mediados de 2014 en adelante solicitaron informes bancarios, acceso a cuentas de correos electrónicos, recolección de boletas y facturas de personas cercanas a Moreira, todo con el objetivo de llevarlo a juicio. De hecho, llegaron a la conclusión que el dinero recibido por el senador se usó en el financiamiento irregular de la política. Pero su trabajo no habría servido para nada con la salida alternativa ofrecida por el mismo Ministerio Público.
«En los últimos días se han acordado suspensiones condicionales del procedimiento en los casos SQM y Penta por hechos de los más graves que ha conocido nuestra institución, acuerdos que no compartimos y que significan la inexistencia de reproche penal para dichas conductas», expusieron ambos en una carta publicada por La Tercera.
«Observamos un cambio en la fiscalía que no concordamos, que no estamos de acuerdo y por lo tanto hemos tomado la decisión de no continuar en este cargo público que hemos desarrollado por años», declaró Norambuena al momento de entregar la carta al fiscal jefe de ambos, Manuel Guerra.
Respuesta
La diferencia de visiones entre los ahora ex fiscales y el Ministerio Público es evidente. Junto con aceptar tales renuncias, el fiscal Guerra recalcó que el funcionamiento del organismo mantiene una estructura donde él está en la cabeza.
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«Quien dirige la investigación del caso Penta soy yo y esta es una institución jerárquica», declaró Guerra.
Agregó que «obviamente uno escucha las opiniones de las distintas personas que trabajan en los equipos, pero en definitiva corresponde a adoptar las decisiones que uno considere más convenientes para la Institución en su conjunto, igual que en los casos restantes sobre financiamiento de la política».
Por su parte, el fiscal nacional Jorge Abbott también respaldó a Guerra. «el Ministerio Público es más que dos fiscales», declaró ante la salida de Gajardo y Norambuena.
«No debería alterar el funcionamiento de la entidad», sentenció.
Cabe señalar que la investigación de los ex fiscales determinó que el monto que Moreira recibió con la práctica fraudulenta es el mismo de la multa que deberá pagar. Si acepta el trato, evitará llegar al juicio oral por lo tanto no existirá ninguna condena. Además, si paga ese monto antes de un año, quedará absuelto de todos los cargos.