Siendo Twitter su arma favorita, el número de veces que ha entrado en conflicto con personalidades, medios, países…constituye una lista infinita que cada día crece, hasta el punto que no hay jornada en la que Trump, en todo el 2017, no haya sido noticia, marcando de esta forma la agenda internacional , y en muchas ocasiones, simplemente a golpe de tuit, habiendo disparado sus comentarios una media de 2.300 veces en un año desde esta red social.
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Y es que desde que sorprendió al mundo al anunciar su intención por ser presidente, la prensa le ha seguido su paso como si fuera su sombra, cosa que, en su afán por ser siempre protagonista, al mandatario le debe encantar.
Ahora, lo que no afronta tan bien son las críticas, de manera que el republicano ha convertido a la prensa en su mayor enemigo y chivo expiatorio. Y de acuerdo a un análisis del diario The Washington Post, Trump, dice de media, cinco mentiras o datos no del todo correctos al día, tergiversando el concepto de “noticias falsas” para defenderse cada vez que no le gusta lo que dicen de él, y convirtiendo el término “ postverdad” en la mejor representación de lo que significa la era trumpiana.
Es destacable que el presidente sea caricaturizado en muchas de las publicaciones de una forma negativa e irónica, permitiendo a los artistas gráficos, usar su arte para expresar de manera tajante y con elocuencia lo que piensan del nuevo presidente de Estados Unidos, como si el humor fuera usado como una forma de terapia para tratar de sobrellevar las barbaridades a las que estamos abocados cada día, con cero rango de anticipación, ya que, cualquier política inimaginable es posible en la era del trumpismo, lo que hace temblar al mundo ante el gran desconcierto de nunca saber lo que va a a hacer o decir.
-Cada vez que se “ha mandado un condoro”: protagonista en portada-
Como una forma de registro histórico, análisis y crítica, el mundo del periodismo y los cuerpos creativos de los medios han afilado su ingenio para plasmar gráficamente el impacto de la llegada de Trump a la Casa Blanca. The Economist, Der Spiegel y The New Yorker, entre otros, son algunos de los medios de comunicación que han elegido a la figura del mandatario como portada de sus editoriales.
De esta manera, en un año de gobierno, ya tenemos toda una galería de portadas de revistas escalofriantes que son reflejo de un gobierno (y una forma de gobernar) que en muchos casos se perfila aterradora. Hacemos un repaso por algunas de las más significativas:
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Copar las portadas de la prensa han sido una constante mucho antes incluso de su asunción en el poder, lo que se refleja en las reacciones mundiales cuando fue elegido presidente, simbolizada gráficamente por la imagen de la Estatua de la Libertad llevándose las manos a la cabeza en señal de lamento, o la polémica portada de la reputada revista alemana Der Spiegel, donde se ve al republicano decapitando a la estatua de la libertad (como si se tratara de un atacante yihadista),algo que según Edel Rodríguez,el autor de la caricatura,
consideró que representaba «la decapitación de la democracia», ilustración que le valió muchas críticas en su momento, pero que no han significado para el diario dejar de mantener esa línea fiel y atrevida de lanzar portadas contundentes con respecto al mandatario.
Cada vez que se “ha mandado un condoro”, protagonista de portada. No hay que ir muy lejos con las últimas tapas del The New Yorker o el New York Daily, donde aparece escondido en una agujero, tras las declaraciones en las que afirmaba que países como el Salvador y Haití eran agujeros de mierda, o en el caso de la segunda publicación, la cara de Trump representada con el emoticono de caca de whassap.
Además, todos los medios se encuentran haciendo balance de lo que ha sido el primer año de Trump, cuyo aniversario tendrá lugar este sábado 20 de enero, y en ese sentido, vemos a un Trump en llamas en la revista Time, ante la reciente controversia que supuso la publicación del libro “Fire and Fury” de Michael Wolff, que trató de censurar sin éxito, o la portada de Der Spiegel, en la que el semanario empleó el famoso gráfico de la evolución de la especie homo sapiens con un giro final: Trump aparece como el último eslabón de la cadena, y se sugiere como una involución.
Otras portadas que tratan de graficar el primer año del presidente nos muestran, como en la revista The Economist, un Trump retratado como un bebé. Con la firma de Jon Berkeley, la ilustración de tapa muestra justamente a un presidente de un añito de edad, como un bebé en su carrito que apenas puede caminar, con un escudo oficial a un costado, manchado con el ketchup que chorrea de una hamburguesa que el pequeño presidente devora con felicidad.
No es sin embargo esta, la primera vez que Trump es retratado como un bebé, la revista alemana Spiegel ya le inmortalizó en una portada en la que aparece junto al líder norcoreano Kim Jong-Un, subidos a un misil y en pañales, pudiendo desprenderse de esa representación el infantilismo de los dos líderes ante la cero diplomacia y la política del “y yo más”, como dos niños caprichosos y con rabieta que no van a dar su brazo a torcer, y que en un alarde machista, se debaten entre “quien tiene el botón más grande”, mientras que el resto del mundo se sicopatea ante lo que podría devenir en un conflicto mundial de grandes dimensiones, manteniendo al resto de las potencias en vilo.
Otro de los condoros registrados fue fruto de la polémica de Charlottesville, cuando el mandatario señaló un “favoritismo” por los supremacistas según las palabras que él mismo expresó, lo que se tradujo en que diversos y prestigiosos medios internacionales hicieran eco de sus palabras y diseñaran portadas en las que se hace alusión a su vínculo con el KKK, entre ellos The Economist, Der Spiegel y The New Yorker.
Otro de los ejemplos son la tapa del New Yorker, cuando hizo una tapa ilustrada con ladrillos haciendo referencia a la promesa que hizo en su momento el empresario de crear un muro en la frontera con México, u, otra de las publicaciones de esta revista, cuando el artista Carter Goodrich representó al presidente como el payaso de la película It, de Sthepen King, explicando que plasmó así en un dibujo la idea que tenía del mandatario: “Mi vida entera ha sido interrumpida. Es una pesadilla nacional”-
Y así una lista de no parar de contar, un inventario que promete muchos más titulares y portadas en este 2018 mientras que Trump siga ocupando el cargo todavía y mantenido en el poder, teniendo a un líder que es un maestro, en la perversión política.
*Photoshop compilado de imágenes de portada para la foto principal de web