Nahir Galarza, apodada por la prensa argentina como «el bombón asesino», lleva ya 18 días en prisión. Se le acusa de matar a su novio, Fernando Pastorizzo y, mientras dure la investigación, cumple el arresto preventivo en la Comisaría del Menor y la Mujer de Gualeguaychú de Argentina. Sin embargo, el lugar donde está no es cualquiera: a causa de lo mediático del caso está usando la mejor del recinto.
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Así al menos lo informa este sábado el diario El Clarín, que afirma que la sala de cinco por tres metros ha sido catalogada por el resto de las internas como la «celda VIP». Ahí tiene un cuarto de baño separado del dormitorio con inodoro y una ducha. El espacio que tiene lo usa para correr y hacer ejercicio pues, una de las preocupaciones que tiene la joven es mantener su figura.
De hecho, según informa el medio, Galarza habría solicitado la presencia de un personal trainer, pero se lo prohibieron. Sí consiguió que un masajista la visitara una vez, pero tal situación no se ha repetido.
Hizo amigas
Dentro de la cárcel, la joven se habría hecho amiga de una muchacha de 24 años identificada como Rosita, quien está acusada de robo y que se encuentra en la celda adjunta. Ante la imposibilidad de verse directamente, conversan a gritos sobre hombres, ropa, comida y secretos de belleza.
Durante el resto de la jornada Nahir se preocuparía de la limpieza de su espacio pero también de su imagen personal. De hecho, se dedica varias horas a barrer, trapear y ordenar su ropa. Asimismo, se preocupa de tener las manos libre de microbios y por eso tiene alcohol gel que se aplica de forma periódica.
Su tiempo libre lo usa para leer libros tanto de numerología como de derecho. También estaría interesada en novelas románticas, según narran en la crónica argentina.
Sufre
Pese a lo anterior, la joven estaría sufriendo ya por el encierro. Fuentes del círculo cercano a la Nahir comentaron que está mucho más delgada y que ello no es producto de la dieta que está intentando llevar adelante.
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De hecho, habría momentos en que no puede dormir y, por lo mismo, le han recetado Clonazepam. En esa línea, cuentan que habría aumentado los relatos donde acusa a su novio fallecido, Fernando, de agresiones en su contra tanto de forma física como sicológica.
«Tiene ataques de llanto. Pide todo el tiempo volver a su casa. Dice que extraña mucho y que no aguanta más el encierro», afirma una persona que está en contacto permanente con la joven, que agrega que está deteriorada física y emocionalmente.
Con el objetivo de apuntar a un caso de violencia de género en contra de la joven, su defensa está buscando antecedentes que puedan presentar ante la Justicia. Cabe señalar que la joven, en primera instancia, indicó que habría asesinado de dos balazos a su pareja pero luego cambió su versión afirmando que todo ocurrió de forma accidental.
En cualquiera de los casos, será la Justicia la encargada de determinar si es que los eventuales actos de violencia de Fernando en contra de Nahir podrían actuar como un atenuante en la condena que recibirá. Y para eso, Galarza deberá seguir esperando en su celda sin televisión, sin celular y donde sólo ha tenido la oportunidad de recibir la visita de sus familiares y más cercanos.
