Los turistas argentinos no sólo son fanáticos de las playas chilenas, sino también de sus productos. Pero estos se pronuncian de manera distinta a la que se hace en su tierra natal. Este es el caso, por ejemplo, de nuestro famoso manjar, que en Argentina se conoce popularmente como «dulce de leche».
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Así, han tenido que adoptar diversos modismos para «sobrevivir» en sus destinos chilenos favoritos. Como es de costumbre, en Chile se toma «la once» sagradamente después de subir de la playa. Para los argentinos se convierte en una especie de cena, debido a que mezcla sabores dulces y salados en una misma merienda.
Pero para tomar once, primero deben comprar pan. Ahí es donde alguno se arma de valentía para comprar unas «hallullas» en algún negocio, junto con algún acompañamiento que, generalmente, requiere la utilización de nuestros famosos modismos. A los pequeños también les cambian el nombre y pasaron de ser «los nenes» a «los cabros».
Cuando hace frío y no bajan a la playa, los argentinos acostumbrar repletar los «malls» de las ciudades costeras que visitan. En su país esa palabra no existe y en vez de ella ocupan el término «shopping».
El medio argentino El Clarín ha tratado de explicar algunos modismos utilizados por sus compatriotas en Chile. Según el medio, los transandinos también utilizan el término «taco» y para evitarlos, viajan en las ‘liebres’, «unos pequeños micros que transitan a toda velocidad y se escabullen entre los autos», indican.