Fue el último ministro de Hacienda que permaneció durante todo el periodo presidencial en el cargo hasta que durante el Gobierno de Michelle Bachelet pasaran tres personas por esa cartera. Felipe Larraín vuelve al puesto que ya ocupó entre 2010 y 2014
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El hasta ahora director de Clapes UC, desplazó a otro de los que sonaba para liderar la billetera fiscal, el expresidente del Banco Central, Rodrigo Vergara.
Luego de dejar el gobierno y mientras se tramitaba la reforma tributaria del actual Gobierno, se presentó como uno de los más duros críticos, asegurando en ese entonces que «compromete significativamente las posibilidades de crecimiento, de creación de empleos de la economía chilena, perjudica a las pymes y a la clase media”.
Durante un seminario en 2015, afirmó que «en 30 años de trabajo, de asesorías de gobierno, de haber conducido dos reformas tributarias en Chile y de haber mirado decenas de reformas tributarias en el mundo, no me había tocado un proyecto tan malo como este«.
Antes en 2014, cuando se tramitaba la iniciativa, el economista sostenía en una entrevista radial que “había formas de recaudar estos dineros (recursos fiscales) con mucho menos daños al país», afirmando que el proyecto del Gobierno fue «mal elaborado, lleno de falencias técnicas».
Desde que integró el equipo económico del entonces candidato Piñera, que se volvía a convertir en alternativa para volver a las oficinas de Teatinos 120, aunque su nombre se puso en entredicho la semana pasada cuando explotara el escándalo del Banco Mundial y los cuestionamientos al Doing Business, esto debido a que fue integrante del consejo del equipo tras este ranking de competitividad hasta 2015, coincidiendo con parte del periodo en que Chile se desplomó varios puestos.
Larraín aclaró posteriormente participó en dos reuniones en octubre 2014 y 2015, y «en ellas solo se abordaron temas conceptuales y metodológicos generales, no se analizó a Chile ni a países específicos», añadiendo que dicho consejo asesor «actúa en forma colegiada y no tiene ninguna capacidad resolutiva, sólo consultiva».