Sin dudas el nombre de Niels Högel, un enfermero alemán que confesó matar «por puro aburrimiento», se quedará escrito en la historia de los criminales más sanguinarios de Alemania.
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El profesional de 41 años, quien está cumpliendo cadena perpetua en la cárcel por la muerte de seis personas y tentativa de asesinato de otra, es investigado ahora por el fallecimiento de otros 97 pacientes entre 1999 y 2005, de acuerdo con Univisión.
Según las pericias, Högel utilizaba medicamentos con el fin de desencadenar crisis cardiacas o un colapso circulatorio para luego reanimarlos y quedar como héroe frente a sus compañeros de trabajo, detalla El Mundo, pero no siempre salía bien.
De sus presuntas víctimas 62 serían pacientes que perecieron en el hospital de Delmenhorst, donde trabajó desde 2003 al 2005, y 35 en el de Oldemburgo, donde se desempeñó entre 1999 y 2002.
En prisión
En 2005, Niels Högel fue sorprendido por una enfermera administrándole a un paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos un fármaco que no estaba detallado en al ficha del sujeto en el hospital de Delmenhorst.
Tras esto se inició una investigación que dio como resultado el homicidio de seis personas y el intento de asesinado de un paciente, crímenes por los cuales cumple cadena perpetua en Alemania.
Para esclarecer en que otras muertes estuvo involucrado Högel, se tuvieron que revisar 500 casos y exhumarse 134 cadáveres de 67 cementerios diferentes, expone Univisión.
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