A 24 años de la muerte de uno de los narcotraficantes más grandes de la historia, Pablo Escobar, continúa generando problemas para las autoridades colombianas. Los cuatro hipopótamos que el ex líder del cartel de Medellín ingresó ha Colombia se han reproducido y amenazan la biodiversidad de la zona.
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Escobar tenía todo un zoológico instalado en su hacienda de Nápoles, jirafas, rinocerontes, entre otros, llenaban el lugar. No obstante, el día en que lo abatieron las fuerzas de seguridad se llevaron todo, menos los hipopótamos, que se estima que hoy son más de 50, según El País.
«Decomisaron todo lo de Escobar, se llevaron todos sus animales menos esos. Una especie invasora, que entró de forma ilegal al país y que representa un peligro para la biodiversidad colombiana”, señala Carlos Mario Zuluaga, director de la Corporación Autónoma Regional de las cuencas de los ríos Negro y Nare (Cornare), al medio.
Peligro
Las autoridades temen que esta especie, proveniente de África, ataque a pescadores y agentes de turismo que trabajan donde transitas estos animales.
Es más, en septiembre del 2017, uno de los ejemplares escapó de la hacienda Nápoles y se paseó por las calles de Doradal. A pesar que los pobladores festinaban con que era la «mascota» del lugar, lo cierto es que corrían grave peligro.
“No tenemos un manual para manejarlos. Son muchos, están sueltos, libres, pesan hasta tres toneladas y pueden alcanzar velocidades de hasta 30 kilómetros por hora”, indicó Zuluaga a El País.
Entre las soluciones que se bajaran es derivar a los hipopótamos a zoológicos colombianos o tajantemente sacarlos del país, ya que amenazan, además, la fauna nativa. Este año pretenden reubicar a seis de estos ejemplares.