Enfermo de cáncer y deseoso de recibir tratamiento del Estado. Así se habría declarado, supuestamente, uno de los protagonistas de una escapatoria que hizo historia. Se trata de la célebre fuga del penal de Alcatraz (EEUU), ocurrida en 1962. El hecho fue llevado al cine en 1979 con Clint Eastwood como protagonista.
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La tenebrosa isla-cárcel hoy está cerrada y convertida en parque nacional. Cuando se mantuvo en operación fue uno de los penales más inexpugnables del mundo.
No es un chiste. Esto es real y la honesta verdad»
Fue esa tradición la que desafiaron los hermanos Clarence y John Anglin, junto a Frank Morris. El grupo de ex asaltantes de bancos crearon un elaborado plan que incluyó cavar agujeros con cucharas y dejar maniquíes hechos con desechos, jabón y ropa en sus camas, para engañar a los guardias. También fabricaron flotadores con impermeables.
Dados por muertos tras escape de Alcatraz
Los tres desaparecieron en junio de 1962. Desde entonces no hubo rastro de su paradero, y las autoridades los dieron por muertos. Se ahogaron mientras escapaban, fue la versión oficial.
No obstante, vagos indicios conocidos en las últimas décadas mantuvieron el misterio. El último dato es una carta enviada a autoridades de San Francisco (EEUU) hace cuatro años. La misiva habría sido escrita por John Anglin, quien hoy tendría 87 años de edad.
El hombre, de acuerdo al texto revelado por la cadena CBS, relata que el trío consiguió su cometido la noche de la fuga, «pero apenas». Al mismo tiempo, ofrece volver a la cárcel. ¿La razón? Su enfermedad, para la que pide atención médica a cambio de entregarse.
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«No es un chiste. Esto es real y la honesta verdad», dice la carta.
El documento fue analizado por expertos del FBI para buscar huellas o indicios de ADN, los que no fueron concluyentes.
Distintas teorías afirman que Morris, autor intelectual de la espectacular escapatoria, habría fallecido en libertad en 2005, y Clarence Anglin en 2011. El Cuerpo de Alguaciles estadounidense mantendría abierto el caso hasta hoy.