Jueces brasileños darán a conocer el miércoles su fallo a la apelación que hizo el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva tras ser hallado culpable de corrupción y lavado de dinero.
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Un juez dictaminó que la empresa constructora OAS preparó y renovó un departamento sobre la playa en la ciudad de Guaruja que iba a ser entregado a Lula. Se suponía que era en pago por favores, incluidos contratos con la petrolera estatal Petrobras.
El ex mandatario niega ser el dueño del departamento. Afirma que nunca tuvo las llaves ni durmió allí, y que lo visitó una sola vez.
Pero el favorito en las encuestas para los comicios presidenciales de octubre, el año pasado fue condenado por corrupción y lavado de dinero a nueve años y seis meses de prisión por el caso ligado a la vivienda, pero no está claro si irá a la cárcel.
Si los jueces confirman el fallo de culpabilidad, se complica su postulación a cargos públicos, pero no se define su futuro político.
João Paulo Charleaux, periodista brasileño, señalan a Publimetro que se puede apelar al fallo. Si pierde 2-0 puede apelar ante la misma corte, proceso que será revisado por seis jueces, los tres actuales y tres nuevos.
Si tres de tres votan por aprobar la condena debe dirigirse ante el Tribunal Superior de Justicia, quizá ya encarcelado.
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Además, expertos afirman que puede ser burlada la ley que le impide ser candidato debido a que es muy cuestionada y permitir al dirigente de 72 años postularse este año.
Hasta «que muera»
Lula encabeza las encuestas con miras a los comicios de octubre y ha dicho que seguirá cuestionando el fallo si es declarado nuevamente culpable.
“Solo una cosa me sacará de las calles de este país, y eso será el día que muera”, afirmó Lula ante la multitud. “Hasta entonces continuaré luchando a favor de una sociedad más justa. Cualquiera que sea el resultado de este proceso, seguiré luchando por la dignidad del pueblo de este país”.
Lula tiene pendientes otros seis juicios. Se lo acusa, entre otras cosas, de haber recibido coimas como propiedades por hacer favores y de haber aceptado pagos de Odebrecht a cambio de facilitar créditos del banco de desarrollo estatal.
Los abogados de Lula rechazan todas las acusaciones, dicen que no hay suficientes pruebas o que fueron inventadas, y que los fiscales y los jueces lo persiguen porque quieren empañar su legado e impedir que vuelva a postularse a la presidencia.
