En Filipinas, el volcán que hizo erupción hace dos semanas, aún parece tener una gran cantidad de magma bajo su superficie, afirmaron científicos filipinos.
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Hasta el momento hay más de 74 mil personas refugiándose en albergues de emergencia mientras el Monte Mayón continúa expulsando lava, cenizas y material incandescente. Las autoridades expresaron sus temores de que la erupción pueda convertirse en una emergencia humanitaria que se extienda durante meses.
Durante esta jornada se reportaron seis erupciones en un lapso de menos de quince horas. Las expulsiones provocaron columnas de cenizas y gases de tres mil metros de altura, mientras que los ríos de lava ya superan los tres kilómetros desde el cráter.
La zona de exclusión es de ocho kilómetros desde el cráter, mientras que el área de máximo peligro está delimitada en un radio de seis. Las autoridades pidieron a los residentes que no regresen a sus hogares bajo ningún motivo, debido a los gases y a una inminente nueva explosión.
El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología dijo que durante el pasado miércoles y las primeras horas de este jueves se detectaron temblores, flujo piroclástico y emisiones de dióxido sulfúrico. Indicó además que las mediciones con GPS y otros dispositivos indican una importante hinchazón en la superficie de la montaña, lo que señala el ascenso del magma y el consiguiente aumento de la presión.
El nivel de alerta del Mayón permanece en cuatro en una escala de cinco, lo que indica que una erupción violenta podría ser inminente.