La Corte de Apelaciones de Iquique confirmó el sobreseimiento de la investigación abierta en contra del ex obispo de la ciudad, Marco Órdenes, por el supuesto delito de estupro.
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En fallo unánime, la Primera Sala del tribunal de alzada –integrada por los ministros Rafael Corvalán Pazols, Frederick Roco Alvarado y el abogado (i) Hans Mundaca Assmussen– ratificó la resolución adoptada por el ministro de fuero Pedro Güiza Gutiérrez, quien decretó el sobreseimiento de la causa, tras establecer que no existen presunciones que permitan verificar la ocurrencia de los hechos denunciados en diciembre de 2008.
En su resolución, el ministro Güiza estableció que «habiéndose agotado las diligencias para establecer tales hechos, lo que procede es dictar sobreseimiento definitivo, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 408 N°1 del Código de Procedimiento Penal».
El 10 de enero pasado, el sitio Ciper Chile de investigación periodística publicó que la iglesia católica chilena estaría ocultando un fallo canónico del Vaticano en contra del ex obispo de Iquique, Marco Antonio Órdenes, acusado por abusos sexuales a menores, para evitar un nuevo escándalo antes de la visita del papa Francisco.
Según la investigación, tras la denuncia de 2012, Órdenes se escondió en Perú y se le perdió el rastro, aunque aún aparece en la página web de la iglesia como obispo emérito. Además, Ciper afirmó que el obispo está en Santiago, autorizado para oficiar misa.
El sitio de investigación periodística recordó que Órdenes ya había sido acusado en 2009 por el mismo joven denunciante de 2012, pero ante la justicia civil. Y a pesar de la indagación de la fiscalía, la iglesia lo mantuvo en el cargo hasta que el escándalo explotó en Roma.
Desde entonces Órdenes está virtualmente “desaparecido”. La iglesia no entrega datos sobre su paradero ni sobre el estado en que se encuentra la investigación canónica que se le sigue en el Vaticano.
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La única información oficial que la Conferencia Episcopal ha publicado sobre él en todo este tiempo –según Ciper Chile- es su foto y su nombre en la nómina de los obispos eméritos. Ciper también enfatizó que el obispo de Santiago, Ricardo Ezzati, ordenó borrar los nombres de los sacerdotes acusados de pedofilia que eran publicados en la página de la iglesia.
Además, según Ciper, la iglesia recuerda a los fieles que –a pesar de que en su momento el obispo de Iquique admitió que mantuvo conductas impropias con menores y que circula una grabación donde dice que actuó por “calentura”– todavía ostenta el primer grado de la jerarquía eclesial y debe ser tratado con la dignidad de “monseñor”.
Asimismo, fuentes de la iglesia habrían confirmado a Ciper que Órdenes está en Santiago y que oficia periódicamente la eucaristía dominical en el monasterio de las Hermanas de Belén, en Casablanca, con autorización del obispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte.
Las mismas fuentes indicaron a Ciper que los obispos, en una decisión extraoficial, decidieron postergar el anuncio del dictamen hasta después de la visita de Francisco, aunque un sector de los prelados se opuso a la dilación.
Según Ciper, el comunicado que anuncia el resultado de la larga investigación ya estaría hecho. Por los detalles que hasta ahora se conocen, todo hace pensar que, a pesar del tenor de las pruebas en su contra y por la continuidad que se le ha dado al ejercicio de su ministerio sacerdotal, es altamente probable que el dictamen –que debe ser sancionado por el Vaticano- sea exculpatorio para Órdenes o con una sanción menor.