El Presidente electo, Sebastián Piñera abordó los desafíos que tendrá su gobierno y defendió al equipo de ministros que anunció el pasado martes, en una entrevista publicada hoy en diario El Mercurio, la primera que brinda tras su elección.
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Consultado respecto a si la designación de Alfredo Moreno para encabezar el Ministerio de Desarrollo Social busca potenciarlo como para encabezar un futuro gobierno de centro derecha, más aún dado que los pronósticos indicaban que sería nombrado como Canciller, Piñera apuntó que todo buen gobierno debe “proyectarse hacia el futuro”.
«A los gobiernos se los juzga por sus resultados. No por cuántas leyes o por cuántas reformas malas aprobó, sino cuánto mejoró la calidad de vida de los ciudadanos. Y también se los juzga por la capacidad de proyectarse hacia el futuro, cosa que se consigue haciendo una buena gestión», afirmó.
Ahondando en el tema de su próximo gabinete y los cuestionamientos surgidos en torno a los nombramientos en carteras específicas como Relaciones Exteriores, Educación y el ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, Piñera explicó la lógica con la que escogió a sus futuros ministros y qué características buscó en ellos.
«En primer lugar, ciertas virtudes ciudadanas; capacidad técnica y política; compromiso con Chile y con nuestro programa de gobierno; vocación de servicio público y una visión de la sociedad moderna, comprometida con el futuro. Pero también buscamos virtudes más personales: queremos un ministerio que trabaje en forma leal, con un espíritu de colaboración, de trabajo en equipo y con disciplina», explicó.
Piñera reveló que si bien su círculo ministerial y de políticos cercanos es casi idéntico al de su primer gobierno, considera que a nivel personal existe una diferencia respecto a quien dirigió el país a comienzos de esta década.
«El mundo cambió y los chilenos tenemos que cambiar con él, especialmente los que aspiren a liderar el país. Yo no soy el mismo del año 2010. Y tengo plena conciencia de que me va a tocar liderar un Chile en un mundo nuevo, con desafíos y oportunidades nuevas y una ciudadanía muy distinta, más empoderada, muy consciente de sus derechos y a veces no tanto de sus deberes».