El presidente Nicolás Maduro anunció el domingo que las autoridades electorales establecerán en las próximas horas la fecha de las polémicas elecciones presidenciales de Venezuela, y afirmó que esos comicios se llevarán a cabo con o sin la presencia de la oposición.
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Maduro indicó que el 5 de febrero el Consejo Nacional Electoral (CNE), en el que cuatro de sus cinco directivos son vistos como cercanos al oficialismo, anunciará la fecha de unos comicios que desencadenaron críticas internas y de la comunidad internacional tras ser convocados por la Asamblea Constituyente, considerada ilegal por la oposición y dominada en su totalidad por partidarios del gobierno.
La víspera, el gobernante instó al organismo electoral a fijar esta semana la fecha de las presidenciales. Desde hace años los críticos del gobierno han acusado al CNE de establecer fechas que se adapten a los objetivos políticos del poder ejecutivo.
El mandatario además acusó a sus adversarios políticos de estar divididos y de malgastar el tiempo por estar indecisos en cuanto a participar o no en los comicios, según él porque no han recibido «el permiso de los gringos» de postular a sus candidatos.
En un acto con motivo del 26to aniversario de la intentona golpista que catapultó a la fama al entonces teniente coronel del ejército Hugo Chávez, Maduro acotó que está listo para esa contienda electoral y sólo espera que sus opositores se postulen y renuncien al supuesto plan de exhortar a la abstención y tratar de sabotear las elecciones.
Algunos voceros opositores han dicho que la decisión de participar en los comicios presidenciales depende de que se alcancen condiciones electorales imparciales y transparentes, las cuales procuran lograr en el marco de las negociaciones entre el gobierno y la oposición que se reanudarán el lunes en la República Dominicana.
El Partido Socialista Unido de Venezuela formalizó el viernes la proclamación por unanimidad de Maduro como el candidato para optar a la reelección.
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Maduro, que asumió la presidencia en abril de 2013 para un mandato de seis años luego de la muerte de Chávez, ha dicho que en un nuevo período se enfocará en resolver los graves problemas económicos del país y la aplicación de un nuevo modelo apalancado por la riqueza petrolera. Ante miles de sus partidarios, el gobernante garantizó la prosperidad económica y el crecimiento de Venezuela.
La popularidad de Maduro se ha derrumbado en una época en la que el país atraviesa por una severa crisis económica, con una inflación de cuatro dígitos y escasez de alimentos y medicinas.