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Buses a hidrógeno: la avanzada tecnología que podría destronar a los buses eléctricos del Transantiago

Se trata de una máquina que tarda diez minutos en recargarse y que además produce agua. ¿La principal barrera? El costo de producción.

Irónicamente el petróleo, el combustible que se consigue a base de fósiles, está quedando en el pasado. Así al menos lo estiman las autoridades de Londres, Inglaterra, que en los próximos años esperan reducir la emisión de gases en el transporte público, toda una revolución para Europa.

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Y pese a que los primeros sustitutos en los que se piensa a la hora de reemplazar ese combustible son la energía a gas o eléctrica, estas no son las únicas. Muestra de ello son los 10 buses a hidrógeno que la cadena Tower Transit tiene recorriendo el centro de esa ciudad.

Con una autonomía de cuatro a cinco horas, estas máquinas que tardan 10 minutos en recargarse podrían llegar incluso a destronar a los buses eléctricos como los más modernos. ¿Por qué?

«El mayor beneficio de los buses a hidrógeno es que tienen cero emisión de gases y pueden ser reemplazados sin problemas por buses  a diesel, pues tienen una una autonomía similar a la de esas máquinas y puede ser cargado en sólo 10 minutos», indica a Publimetro David Yorke, jefe de proyectos de los buses a hidrógeno de Londres.

¿Cómo funciona?

David Yorke, jefe de proyectos Bus a Hidrógeno de Tower Transit Londres

Técnicamente el bus tiene un motor eléctrico y el hidrógeno se utiliza para producir esa energía. Para ello el elemento químico se conduce a un equipo conversor que usa oxígeno como «oxidante». La tecnología lleva parte del hidrógeno a un circuito que es el que produce la electricidad. Otros átomos se juntan con el oxígeno. Y todos saben lo que ocurre cuando se mezclan dos átomos de hidrógeno con uno de oxígeno: agua.

Por increíble que parezca, esa agua podría llegar incluso a utilizarse, ya sea para regar las plantas o incluso lavar el mismo bus, pero no para beber, pues no es potable.

¿Al Transantiago?

La pregunta es difícil de responder sobre porque el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) suspendió la licitación, que buscaba renovar al menos 3 mil buses de los 6.500 del Transantiago. Entre las nuevas máquinas que deberían llegar se exigía a cada empresa traer 15 buses eléctricos y 15 de alto estándar. Es ahí donde estas micros podrían tener cabida.

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Tower Transit, la operadora de los buses a hidrógeno en Londres, estaba postulando a las unidades 1, 4 y 6, que incluye comunas como Santiago Centro, Peñalolén, Las Condes y Ñuñoa, La Reina, Las Condes y Vitacura, entre otras. En caso de continuar con la licitación y ganar una de esas unidades, ¿podría traerlas?

Pese a que en una anterior conversación con Publimetro, el gerente de Operaciones de Tower Transit Chile, Marcelo Cornejo, indicó que «estamos trayendo más de lo que se nos exige», para Yorke, ese objetivo todavía es lejano.

«En Londres, para 2025 ó 2030 es posible que estos buses compartan las calles tanto con máquinas híbridas y eléctricas», asegura el especialista. No obstante se apresura en indicar que incluso en terreno europeo «todo depende de un montón de factores y algunos no están en nuestras manos». Eso, de hecho, alejaría por el momento el sueño de tenerlas en terreno latinoamericano.

Además, hay que considerar otra barrera: el costo. Actualmente son empresas europeas como Van Hool o Writghtbus las que las producen, ambas en un precio cercano a los $700 mil dólares norteamericanos. De todas formas, soñar no cuesta nada.

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