Dividir es debilitar. Esa es la máxima que al parecer primó en la Fiscalía Nacional y, por lo mismo, decidieron unir tanto la causa de la presunta falsificación de pruebas por parte de Carabineros como las acusaciones de filtración emanadas desde el mismo Ministerio Público. Por lo mismo, será el fiscal de Aysén, Carlos Palma, quien investigará estas dos aristas.
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Así al menos lo determinó el organismo que, a través de un comunicado, indicó que fue el mismo fiscal nacional, Jorge Abbott, quien tomó la decisión amparándose en el artículo 19 de la Ley 19.640.
Diez causas
Es a propósito de esto que el fiscal de Palma quedó a cargo de 10 investigaciones penales en torno al caso Huracán, tal como indican el texto.
Este además detalla que, además de la causa en cuestión y la de presunta falsificación de pruebas, también se incluye que «dos investigaciones abiertas por oficio -a principio de año-, el 3 de octubre de 2017, por el fiscal (Cristian) Paredes respecto de la eventual violación de secreto y sabotaje informático».
Asimismo, se incluiría «otras dos causas que corresponden a las denuncias presentadas por el fiscal Luis Arroyo y la abogada asistente de La Araucanía Mónica Palma, mencionados en las investigaciones por filtraciones; tres son querellas de Arroyo, la abogada Palma y el Ministerio del Interior; una corresponde a la indagatoria que abrió a fines de enero el fiscal jefe de Rancagua, Sergio Moya, que busca determinar la fiabilidad de informes que le proporcionaron funcionarios de Inteligencia de Carabineros de Temuco –y que le fue entregada al fiscal Palma el 8 de febrero pasado-, a la que se sumó por último la que Paredes abrió en diciembre por eventual manipulación de pruebas».
Con esto Paredes, el fiscal regional de La Araucanía,dejará de estar relacionado a las investigaciones que se enmarcan bajo la «Operación Huracán», tal como lo estuvieron solicitando por días desde Carabineros.