Retrasos constantes, deudas por concepto de gasolina y proveedores de comida y, por si fuera poco, el expediente de un presunto tráfico de migrantes, constituyen el historial de la aerolínea chilena Latin American Wing (LAW), cuyo modelo de negocios de bajo costo generó muchas expectativas, que parecen «estrellarse» contra la dura realidad.
PUBLICIDAD
Este martes 13 de enero, reventó una soterrada crisis operacional de la aerolínea, cuando pasajeros chilenos quedaron varados en La Romana, República Dominicana desde el viernes y otros viajeros que se trasladaban a Lima, debieron esperar en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez. Las denuncias de usuarios descontentos ante el Sernac suman 700…y amenazan con incrementarse.
Tormenta en los cielos
Desde su vuelo inaugural el 28 de octubre de 2016, LAW estuvo en la mira de los potenciales viajeros, que no sólo veían con atención los diferentes destinos dentro del país, sino que también los internacionales, incluido Miami.
Sin embargo, los retrasos en los vuelos comenzaron a enervar incluso a los pasajeros más pacientes, mientras que se conocían otros aspectos de las operaciones de LAW, que no pasaron desapercibidos.
Y las demoras no sólo fueron en el aire, sino en tierra, ya que la empresa proveedora de alimentos, Eric Kayser, se querelló a principios de mes contra la aerolínea. “(La deuda) ha generado serias dificultades a la empresa panificadora para cubrir sus gastos de fabricación e, incluso, pagar sueldos, por el hecho de haber fabricado entre 100 a 300 bocadillos diarios, de junio a diciembre de 2017”, explicaron representantes legales de EK.
PUBLICIDAD
Otro de los hitos controversiales en la corta historia de la aerolínea, fueron las investigaciones que desde el Ministerio del Interior, abrieron por el presunto delito de tráfico de migrantes haitianos en febrero de 2017. Los vuelos desde Puerto Príncipe verán repletos y volvían vacíos al Caribe. La empresa negó una y otra vez las acusaciones en ese sentido.
Irregularidad y cancelación, deuda al proveedor de alimento Eric Kayser, por 15,5 millones de pesos, parecen que van a unirse a la eventual querella que los pasajeros varados en República Dominicana, desde el pasado fin de semana, muchos de los cuales aseguraron sentirse «desasistidos» en este trance, al punto de que algunos terminaron unas vacaciones durmiendo en el piso del Aeropuerto del Caribe.
Mientras la empresa se excusa ante sus usuarios «por los inconvenientes causados», y en el Arturo Merino este martes el vuelo a Lima que debía salir a las 13 fue retrasado cinco horas, lo cierto es que LAW está en serias dificultades.
En los predios de la Dirección General de Aeronáutica Civil, se dio a conocer un comunicado oficial, en el cual se puede leer: «Desde el punto de vista técnico, las operaciones que ejecuta LAW, cumplen con toda la normativa vigente relativa a los requisitos de operación, mantenimiento de las aeronaves y competencias de las tripulaciones de vuelo».
Por otra parte, la DGAC asegura que a la fecha «no ha recibido ninguna denuncia respecto de irregularidades desde el punto de vista técnico sobre las operaciones de vuelo de esta aerolínea. En caso, que esta DGAC reciba denuncias respecto de la seguridad de vuelo, realizará la investigación correspondiente».
Con una cartera cada vez más reducida de destinos, porque ya no vuela dentro de Chile (tenía rutas hacia Antofagasta, Concepción y Puerto Montt), y sin los permisos correspondientes para poder llegar a territorio estadounidense, lo cierto es que Law atraviesa quizás la turbulencia más cruda de su corta historia.