Felipe Santander tenía 35 años. Murió tras contagiarse de fiebre amarilla en Angra dos Reis, al sur de Río de Janeiro en Brasil. La noticia impactó de sobremanera no sólo a su familia, amigos y cercanos, sino que a todo el país, puesto que es la primera víctima chilena en lo que va e 2018 que fallece a causa de ese mal.
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El joven había emprendido el viaje al país de la samba el pasado 29 de diciembre, antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertara sobre el aumento de contagios allá y extendiera la recomendación a vacunarse contra ese virus. Por lo mismo, el joven no estaba vacunado y cuando fue instado a hacerlo, ya era muy tarde: el mosquito Aedes Aegypti ya lo había picado.
Al enterarse de la noticia, su hermana Daniela confirmó a los medios del fallecimiento. Asimismo, comenzó una campaña para reunir fondos, con el objetivo de repatriar los restos de Felipe.
«Mi idea es que del consulado puedan ayudarnos», dice afligida a Publimetro. Confiesa que sus dos padres ya están en Brasil haciendo los trámites para traerse de regreso a Felipe y que, aún cuando han recibido el respaldo emocional de parte de ese organismo, ellos han tenido que financiar tanto pasajes, hoteles y otros gastos.
«Toda la familia, del cónsul, han recibido mucho apoyo pero todo ha sido moral. El tema es que el apoyo moral lo tenemos de parte de nuestros familiares, lo que nos falta es el tema económico», afirma Daniela.
El tiempo apremia
Sobre esa materia aseguró que el Jaime Gazmuri, el embajador de Chile en Brasil, informó a la familia de Felipe que se envió un presupuesto con lo que costaría repatriar a Felipe. No obstante, recién desde el lunes se comenzaría a estudiar el caso y la respuesta tardaría hasta cinco días hábiles. Eso es lo que le genera angustia a los deudos, pues el tiempo genera un gasto que no saben si será cubierto o no por el Gobierno.
«Mis papás están a la espera de la respuesta y eso genera un gasto: la estadía, tener el cuerpo en el hospital, la comida, todo eso», sostiene.
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Agrega que «el cónsul no sabe si Chile va a cubrir los gastos, va a cubrir una parte o no va a cubrir nada. Nosotros como familia quedamos muy consternados, además de la muerte de mi hermano, por la poca ayuda a los nacionales. Mis papás están sin traductor, no saben el idioma, están sin traductor. Lo que necesitamos es, más allá del apoyo moral, la ayuda monetaria».
En ese sentido pide que aquellos que «quieran donar, que lo hagan de corazón». Por lo mismo, recalca, no quiere pedir ayuda a Leonardo Farkas directamente, aunque agradecería enormemente si es que al filántropo le nace aportar. ¿Razón? «Queremos que las muestras de cariño se reflejen en cifras». Así las cosas informa que la cuenta corriente donde recibirán aportes es la de número 01-001-331644-0 del Banco Falabella, con el rut 16.441.475-2 y con confirmación al correo dds.munoz@gmail.com.
¿Antivacunas o no?
Otro punto que quiso aclarar es el hecho de la visión de su hermano sobre las vacunas. Durante la mañana había dicho que era Felipe, por una cuestión ideológica, no se habría querido vacunar pero en la tarde corrigió la información.
«Mi intención nunca fue que él fuera antivacunas, ni tampoco anarquista como le llegó la información a mi padre. Que él se haya querido internar en la selva, no tener contacto con la ciudad, no indica que él sea antisistema. Lo que ocurrió es que él no se iba a vacunar, específicamente sobre la fiebre amarilla, porque no habían vacunas ni se hablaba del tema», aclara.
E insiste en el punto diciendo que «lo aclaro: su idea de no querer vacunarse fue específicamente con esa vacuna. Yo, de hecho, lo manifesté, quizás lo que quiso era bromear, decirle a padre «no, no me voy a vacunar», pero nunca bajo la perspectiva del anarquismo».
En cualquier caso, desde el Ministerio de Salud hicieron un llamado a inocularse. El jefe de la división de políticas públicas de Ministerio de Salud, Tito Pizarro, indicó que «la recomendación es que vayan a un vacunatorio, vacúnese si va a viajar a una zona endémica. Si no hay vacunas, elija otro lugar donde ir sobre todo si tiene una enfermedad».
Cabe mencionar que al cierre de esta edición, además del caso de Felipe, se confirmó el contagio de dos compatriotas de 20 y 25 años que también habrían sido picados por el mosquito en Río de Janeiro. Ellos, en principio, se encontrarían en observación en mejor estado a como estaba Santander.