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A propósito del Kino robado en Iquique: el desgraciado y fatal desenlace del santiaguino acusado de hurtar y cobrar el boleto de un amigo

Rolando Fernández fue a llevado a la justicia acusado de sustraerle el cartón ganador a su amigo Mario Burgos. Pese a que ganó en Tribunales, comenzó a registrar varias desgracias: chocó, quedó parapléjico y finalmente murió.

Hay un boleto del Kino que tiene de premio $423 millones y que fue robado en Iquique. Todo ocurrió este fin de semana cuando Pablo Luti fue donde la misma señora que le vendió el ticket a cobrar el premio. La mujer le hizo llenar un formulario que lo acreditaría como ganador. Ese día, por razones que se desconocen, ella se habría llevado el Kino en su cartera y justo antes de llegar a su casa fue víctima de un asalto. En la cartera sustraída, además, había $6 millones que correspondían a la recaudación del día de los dos locales que administra.

La denuncia fue puesta a la PDI y ya está en conocimiento de la Fiscalía. Y mientras se espera que aparezcan rastros sobre el boleto ganador, en Publimetro recordamos el caso del santiaguino que fue acusado de robarle el Kino ganador a su amigo y que, tras ello, su vida se fue a negro.

Historia

Todo comenzó el 4 de octubre 2007 cuando Mario Burgos, de entonces 41 años, se dio cuenta que el Kino que había comprado por causalidad, era el premiado. ¿El monto? 1.084 millones. Incrédulo aún por la noticia, lo que hizo fue guardar el ticket en su billetera. Eso por mientras pues necesitaba tiempo para pensar cómo hacerlo para cobrar su suculento premio.

Justo ese día, su amigo de toda la vida, Rolando Fernández -de entonces 50 años- le tocó la puerta de su casa en Lo Prado. Lo hizo para pedirle $500 pesos prestados. Burgos, que virtualmente tenía mucha plata, echó mano de inmediato a su billetera y empezó a buscar un billete de $500 -en ese entonces existían todavía- pero sólo encontró algunos de más alta denominación. Se puso a buscar mejor y en eso, cayó el Kino. A modo de broma dijo «ese es el ganador» y, frente a los ojos de su amigo, lo guardó en el velador junto a su cama. Tras eso le pidió que cuidara la casa un ratito porque él iba a ir a sencillar a la esquina. Craso error.

Al volver, no estaba su amigo. Como Burgos era un tipo confiado, ni siquiera se le pasó por la mente revisar el velador. Sólo en la noche se dio cuenta que el Kino no estaba. Dio vuelta su casa buscándolo y nada. No pudo dormir. Pasaron varios días y, como era su costumbre, compró el diario. Al abrirlo, vio la foto de Fernandez  justo abajo de un titular que decía «ganador del Kino». No lo podía creer.

Plata mal habida…

De inmediato, Burgos puso una denuncia que llegó hasta la Fiscalía. Fernández decía que todo era mentira, mientras que Mario no tenía cómo comprobar que él era el legítimo dueño. ¿Cuento corto? Los abogados de ambos se pusieron de acuerdo el «ex amigo» terminó pagando $39 millones a quien lo acusaba del robo. Peor era nada.

Fue de ahí en adelante que la vida de Fernández tomó un extraño rumbo. Cuando llegó la Navidad de 2007, de forma muy extraña uno de sus sobrinos falleció tras comer carne del asado.

Durante los primeros meses del año siguiente, su hija de sólo 14 años quedó embarazada. A su corta edad, la llegada de esa guagüita representaba una verdadera complicación médica.

Según informaron en su momento a La Cuarta los vecinos de Lo Prado, su genio cambió al punto que en el barrio muy pocos lo querían. Todos hablaban que sobre él pesaba la «maldición del Kino robado».

Ya para diciembre de 2008, cuando viajaba a Liucura Bajo, al sur de Quillón, Fernandez sufrió un accidente automovilístico. Tan grave fue el hecho, que los médicos pronosticaron que quedaría parapléjico. Y pese a que se esforzaron en salvarle la vida, tras 47 días de agonía, el 7 de febrero de 2008 terminó falleciendo.

Caso de Iquique

Sobre el caso de Iquique, cabe mencionar que la señora asegura que ella no tiene nada que ver con el robo del cartón ganador. De hecho, declaró que ella también es víctima pues el asaltante se llevó $6 millones que eran de su propiedad y que nadie se los pagará.

Como sea, desde Lotería informaron al legítimo ganador que si en 60 días nadie cobra el premio, él podrá acceder a su dinero. No obstante, si alguien llega a presentarse con el Kino ganador, tendrá que ser el Ministerio Público el organismo que decida a quién entregarle el dinero.

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