El presidente de la Corte Suprema, ministro Haroldo Brito Cruz, formuló un llamado a las instituciones involucradas en materia carcelaria a trabajar mancomunadamente para resolver la crítica situación que enfrenta la mayoría de los recintos penales del país.
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Un informe elaborado por la Fiscalía Judicial del máximo tribunal, con datos recogidos en 53 visitas realizadas a centros penitenciarios de todo Chile, informó del hacinamiento extremo de las cárceles y de encierros que se prolongan por hasta 16 horas, entre otras situaciones que vulneran los derechos de los reos.
Brito manifestó la preocupación del máximo tribunal respecto de la situación que viven los reclusos y reclusas en el país, tras analizar en el pleno de ministros el informe elaborado por la fiscal judicial de la Corte Suprema, Lya Cabello Abdala.
El presidente Brito aseguró que el informe describe graves situaciones que afectan a los privados de libertad, tales como hacinamiento y sobrepoblación en los recintos penitenciarios, inadecuados horarios de encierro y descencierro, problemas en los horarios de alimentación y el uso de celdas de castigo y aislamiento.
Además, se detectó carencia de comunidades terapéuticas para el tratamiento de consumo de drogas y alcohol, acceso insuficiente al agua, cupos limitados para capacitación laboral, deficiencias de infraestructura en algunos recintos y en la selección de los internos, entre otros.
«La corte es el órgano que cautela derechos fundamentales y entendiendo que en las prisiones estos derechos fundamentales estén desprotegidos de alguna manera, la Corte Suprema y atendida la función constitucional que cumple, quiere llamar a los restantes órganos del Estado a sentarse a conversar, a buscar algunos planteamientos comunes, en virtud del deber de coordinación que asiste a todos los órganos del Estado», invitó el presidente Brito.
El informe preparado por la fiscal judicial Lya Cabello concluye, entre otras materias, que «es imperativo que Gendarmería de Chile proceda a ampliar el período de desencierro, favoreciendo el trabajo y la capacitación de los internos, y disminuyan así las horas de inactividad y ocio que viven estos».
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«En opinión de esta Fiscal, los horarios que Gendarmería ha establecido para las actividades de los establecimientos penitenciarios no fomenta hábitos similares al medio libre, tales como horas de inicio y término de la jornada diaria y de alimentación, ni proporciona el necesario espacio diario de tiempo para atender las actividades de tratamiento, formativas y culturales de los internos, ni sus necesidades espirituales y físicas”, indica.
“Esta situación contraviene expresamente la disposición del artículo 27 del Reglamento de Establecimientos Penitenciarios, así como el artículo 1º de dicho Reglamento, que establece que la actividad penitenciaria tendrá como fin primordial la atención, custodia y asistencia de detenidos, sujetos a prisión preventiva y condenados, así como la acción educativa necesaria para la reinserción social de los sentenciados a penas privativas de libertad», agrega.
Además, según el informe, la situación expuesta vulnera el Pacto de San José de Costa Rica, que en su Artículo 5 sobre Derecho a la Integridad Personal, establece: “Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados».
Entre los principales problemas destacan:
– Hacinamiento y sobrepoblación en los recintos penitenciarios. Por ejemplo, en la ex Penitenciaria hay capacidad para 2.384 y existen al momento de la visita 4.486 internos. En el penal de Copiapó, apto para 242, hay 453. En total, 25 de los centro visitados presentan condiciones de hacinamiento.
– Horarios de encierro inadecuados en los recintos, de entre 14 y 16 horas en algunos casos, por ejemplo, entre las 17 ó 17.30 horas hasta las 8.30 del día siguiente.
– Horarios de alimentación. Se constató que en la mayoría de los recintos la cena es a las 16 horas hasta el desayuno a las 8.30 o 9 horas del día siguiente. Algunos penales entregan colación para las horas de encierro.
– Celdas de aislamiento y castigo. Se constató casos de internos con más de 60 días en celdas de aislamiento.