Las fuerzas del régimen de Bashar Assad están castigando duramente la zona de Ghouta, en los suburbios de Damasco, con bombardeos aéreos y poder de artillería. La versión gubernamental señala que se trata de una ofensiva contra rebeldes, sin embargo, organizaciones internacionales y las imágenes que llegan desde las agencias apuntan a una matanza de civiles, muchos de ellos niños.
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En los dos últimos días ya van más de 110 muertos y los ataques continúan. La brutalidad de las fotografías apuntan al drama y la verdadera carnicería que se vive en un país absolutamente fracturado.
El gran temor de las organizaciones humanitarias es que los ataques se refuercen y sigan apuntando a diestra y sintiera contra objetivos civiles. En la zona permanecen más de 400 mil civiles atrapados por las fuerzas en conflicto. Un número que podría adelantar una matanza de grandes proporciones.
Tan cruda es la situación que se está viviendo, que la ONU tuiteó: “Ya no tenemos palabras para describir el sufrimiento de los niños en #Siria y nuestra indignación. ¿Los que infligen el sufrimiento todavía tienen palabras para justificar sus actos? @UNICEF emite un comunicado en Blanco”.
