El reverendo Billy Graham, quien transformó la vida religiosa estadounidense con su prédica y activismo, murió el miércoles a los 99 años en su hogar en Carolina del Norte.
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Graham, consejero de presidentes y el evangelista con mayor difusión de la historia, padeció durante muchos años cáncer, neumonía y otros males. Será enterrado junto a su esposa Ruth en el Billy Graham Museum and Library.
Influencia
Más que ningún otro, Graham convirtió el movimiento evangélico en Estados Unidos en una fuerza capaz de rivalizar con el protestantismo y la Iglesia Católica.
Sus reuniones y cruzadas en más de 185 países y territorios forjaron vínculos globales sólidos entre los cristianos conservadores y fueron un salvavidas para muchos creyentes en el bloque comunista del este.
Llamado el “pastor de Estados Unidos”, fue confidente de los presidentes desde Dwight Eisenhower hasta George W. Bush.
En 1983, el presidente Ronald Reagan le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, la mayor condecoración civil del país. Los expresidentes George H.W. Bush, Jimmy Carter y Bill Clinton asistieron a la inauguración del museo y biblioteca que llevan su nombre en 2007 en Charlotte.
“Cuando ora contigo en la Oficina Oval o la planta alta de la Casa Blanca, sientes que ora por ti, no por el presidente”, dijo Clinton en la ocasión.
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Además de sus apariciones públicas, Graham llegó a millones de personas a través de la televisión, la radio, columnas en diarios, películas sobre temas evangélicos y enlaces globales por televisión satelital. Su mensaje no era complejo ni original, pero su convicción ganaba a los auditorios en todo el mundo.
Graham nació el 7 de noviembre de 1918 en la granja de lácteos de su familia cerca de Charlotte, Carolina del Norte.