En un cambio radical, el gobierno del presidente Mauricio Macri decidió dar vía libre para que este año se lleve a cabo la discusión por la legalización del aborto en Argentina.
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Durante la primera reunión de coordinación de la agenda parlamentaria 2018 en la Casa Rosada, el gobierno argentino decidió no intervenir y dar «libertad de conciencia» a sus parlamentarios para que puedan emitir su voto de acuerdo con sus convicciones personales, según diario Clarín.
Clíma político
El presidente argentino se ha mostrado públicamente y en repetidas ocasiones un fiel detractor de la interrupción voluntaria del embarazo. «Defiendo la vida desde la concepción hasta la muerte», fue la última vez que se refirió al tema en 2016, recoge Infobae.
No obstante, la situación social en Argentina ha cambiado, diversos grupos dentro de la comunidad exigen que se respete el derecho de la mujer a elegir si continuar o no con el embarazo. Inclusive, a inicios de semana la fachada del Congreso se repleto de pañuelos verdes en una marcha pro aborto legal, gesto que también se hizo presente en la movilización de los gremios.
El programa determinado en la Casa Rosada no se remite sólo al aborto. Los parlamentarios del oficialismo también buscarán dar paso al debate de la gestación subrogada, facilitar las adopciones, ayuda económica durante los embarazos y evaluar el exitoso programa de prevención del embarazo adolescente implementado en Gran Bretaña, de acuerdo con Clarín.
Considerando que el tema del aborto es controversial tanto para el macrismo como para el kirchnerismo, el debate tiene un gran camino que recorrer, el que se ve más positivo en la Cámara Baja que en el Senado, que por tradición apunta a un voto más conservador.