El presidente Trump dijo que si las sanciones contra Norcorea “no funcionan”, acudirá “a la fase 2”, que “puede ser muy dura”.
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“Si las sanciones no funcionan tendremos que ir a la fase 2. La fase 2 puede ser una cosa muy dura”, ha dicho el mandatario estadounidense durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull.
Sin mencionar exactamente la acción militar contra Corea del Norte, el inquilino de la Casa Blanca ha declarado que si llega el momento de aplicar esa opción, “sería muy, muy desafortunado” para todo el mundo.
Trump no discutió qué implicaría la «Fase Dos». Pero según los informes, funcionarios de la Casa Blanca propusieron un golpe preventivo de «Bloody Nose» (narices sangrientas) contra Corea del Norte y luego lo retiraron de la mesa, según sostiene el Business Insider.
Esta fase 2 podría involucrar una opción militar muy discutida llamada «Bloody Nose» y que consistiría en un ataque limitado en un sitio de lanzamiento de misiles u otro objetivo selectivo destinado a transmitir la determinación de los Estados Unidos e inducir al régimen de Kim Jong Un se aleje de su búsqueda imprudente de un arsenal nuclear, según publica The Washington Post.
La publicación asegura que el argumento en favor de la acción preventiva es que los Estados Unidos no pueden suponer que pueda disuadir al régimen de Kim de utilizar sus armas, porque es irracional. De esto se sigue que es intolerable permitir que el dictador adquiera la capacidad de atacar a la patria y la imposición de una «nariz ensangrentada» lo convencería de que Estados Unidos se toma en serio su prevención.
Esta perspectiva que ha provocado advertencias cada vez más graves por parte de ex funcionarios de inteligencia de que tal operación «podría llevar a la devastación y las bajas masivas», según señala el portal BuzzFeed.
