«Tengo tantas cosas que hacer que, en realidad, parece que todavía quedara mucho tiempo», comienza diciendo Heraldo Muñoz, a dos semanas de dejar su cargo como ministro de Relaciones Exteriores, en entrevista con el diario «El Mercurio».
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Muñoz se refirió a la situación de Chile con el país venezolano: «La situación se fue deteriorando. Ya era mala hace tiempo. Más recientemente, la Asamblea Nacional, que había sido elegida democráticamente fue poco a poco dejada de lado por el gobierno hasta ser desplazada. La situación empeoró. Y por eso se conformó el Grupo de Lima».
Consultado sobre el rol que debieran tener ambos países, el canciller señala que «al final son los propios venezolanos los que deben resolver su futuro. Pero América Latina no puede quedarse indiferente frente a violaciones de derechos humanos y el deterioro de la democracia en un país (…). Lo concreto es que no es una democracia como la conocemos y como está establecida en la Carta Democrática de las Américas».
Sobré cómo manejo su rol con el gobierno boliviano, Muñoz dice que «hubiera preferido no responderle» los emplazamientos que realizó Evo Morales. «Sin embargo, el nivel de hostilidad que ha caracterizado sus intervenciones nos ha obligado a reaccionar selectivamente. Creo que no le respondo hace varios meses», expresa.
Respecto a la demanda de Bolivia en La Haya, el ministro sostiene que Morales «no cederá mientras sea candidato». Y agrega: «El gobierno boliviano es incluso muy contradictorio. Por una parte, le pide a la Corte que dictamine que tenemos una obligación legal de negociar y, por la otra, hace todo lo posible por enturbiar cualquier clima hipotético de diálogo con una hostilidad permanente».
