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Chilenos saltan del modelo tradicional a un crowdfunding inmobiliario

Después de un par de años trabajando en su emprendimiento, dos hermanos optaron por el financiamiento colectivo en el rubro de la construcción.

En 2014 los hermanos Gonzalo y Cristóbal Asenjo crearon la empresa constructora y de desarrollo inmobiliario Lares Arquitectura. Después de unos años quisieron construir una vivienda de inversión con recursos propios, crédito bancario, conocidos y familiares. Así fue que decidieron saltar del modelo tradicional al crowdfunding.
“La gestación de la idea de financiamiento colectivo para la construcción se dio de forma bastante natural”, explica Gonzalo, gerente de Proyectos de Lares Crowdfunding.  “Investigamos un poco del tema, y nos dimos cuenta que hay una creciente tendencia mundial de financiamiento colectivo para el desarrollo de proyectos inmobiliarios, principalmente en Europa  y Estados Unidos”, agrega.
Entonces, en 2017 no sólo cambiaron el modelo de su empresa, sino que también obtuvieron un Capital Semilla de Corfo que les ha permitido financiar el negocio en 2017 y parte de 2018.

¿Cómo funciona?

La cuota inicial para que cualquier usuario pueda ingresar a algún proyecto de Lares es de $500 mil. Esto aplica tanto para la construcción, remodelación, compra o arriendo de una propiedad.
Una vez reunidos los fondos necesarios para su ejecución se crea una sociedad por acciones para cada proyecto. Al venderse cada socio recibirá su inversión más las ganancias por rentabilidad. Los requisitos para participar son tener mayoría de edad, cédula de identidad y una cuenta bancaria.
“No nos importa si la persona tiene Dicom, capacidad de crédito, nivel de deuda ni profesión. Cuando hablamos de democratizar el acceso al mercado inmobiliario, es en serio”, asegura Gonzalo.
Actualmente, Lares cuenta con tres proyectos que se pueden revisar en su sitio web. Dos de ellos en fase de levantamiento y el tercero en venta.
El público objetivo al que apunta Lares son personas que “tengan o estén cotizando fondos mutuos, depósitos a plazo u alguna otra alternativa”, cuenta el gerente de Proyectos, quien asegura que han registrado  mayor interés en quienes tienen entre 26 y 55 años, “debido a que nuestro servicio es 100% online”.

Rentabilidad variable

Respecto a la rentabilidad son cautos. “Evaluamos cada proyecto según el comportamiento histórico del sector inmobiliario y, de acuerdo con esto, se hace una proyección y se llega a la rentabilidad esperada”, dice Asenjo.
La ganancia que se pueda obtener varía, ya que el precio y velocidad de venta (que determinan la rentabilidad) están sujetos a cambios entre la evaluación hecha al principio y el momento efectivo de venta.
Si es que el proyecto no se logra financiar en 100%, el inversionista tiene la opción de participar en otra iniciativa  obien retirar el total aportado. “De todas maneras, en la etapa de financiamiento sólo le pedimos al cliente 10% del monto que quiere invertir, a modo de promesa de compra de acciones”, explica Asenjo.
Para este año, Lares Crowdfunding tiene planificado el financiamiento de ocho proyectos inmobiliarios.
“En un futuro no muy lejano nos gustaría generar proyectos de mayor escala que tengan impacto en la calidad de vida de sus dueños y que, a su vez, sean rentables para nuestros inversionistas. Es una lástima cómo hoy en día se maximiza el uso de espacio y materiales, en perjucio del confort”, concluye Gonzalo.

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