El “súper martes” que se espera para hoy en los tribunales de Temuco obligó a suspender el segundo día de juicio del caso Luchsinger-Mackay, debido a que tanto la Fiscalía Regional como la Defensoría Penal Pública de La Araucanía deberán enfocarse en las apelaciones por el cierre de la “Operación Huracán” y el sobreseimiento definitivo de los 8 imputados.
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Sólo se mantuvo para hoy el inicio de otro juicio emblemático en la región, el del caso Iglesia, en el que los hermanos Ariel Alexis, Benito Rubén y Pablo Iván Trangol Galindo, además de Alfredo Heraldo Tralcal Coche, están acusados del incendio terrorista de un templo evangélico de Padre Las Casas, cometido en junio de 2016.
El segundo día del juicio del caso Luchsinger-Mackay fue suspendido a petición de las defensas, con acuerdo de la fiscalía, debido a que muchos de los defensores que participan en el juicio también tendrán que alegar hoy en la Corte de Apelaciones de Temuco y defender los sobreseimientos definitivos de sus representados en la “Operación Huracán”, incluido el vocero de la CAM, Héctor Llaitul.
La fiscalía se opone al sobreseimiento, porque quiere dejar abierta la posibilidad de volver a investigarlos si hay nuevos antecedentes. Sin embargo, en los alegatos defenderá su decisión de cerrar la investigación de la «Operación Huracán», debido a la imposibilidad de llegar a un juicio oral, debido a la manipulación de evidencia.
Por su parte, la Intendencia de La Araucanía, querellante a nombre del Gobierno, apeló contra el cierre de la indagatoria y el sobreseimiento definitivo de los imputados. Las defensas, obviamente, darán sus argumentos para que se mantenga todo lo resuelto por el Juzgado de Garantía de Temuco, el 9 de febrero pasado.
En total son ocho apelaciones que hoy verá la Segunda Sala de la Corte de Temuco, pero los fiscales deberán cubrir un segundo frente en el Tribunal Oral Penal, donde comenzará el juicio por el incendio terrorista del templo evangélico “Iglesia del Señor”, perpetrado en la comuna de Padre Las Casas, la tarde del 9 de junio del año 2016.
Los cuatro comuneros acusados se encuentran en prisión preventiva y el año pasado mantuvieron una huelga de hambre y consiguieron que el Gobierno retirara la calificación de terrorista de su querella. Sin embargo, la Fiscalía Regional de La Araucanía la mantuvo y en su acusación pide 20 años de cárcel para los cuatro, más otros 3 en el caso de Pablo Trangol Galindo por porte ilegal de munición.
Según la acusación, el día de los hechos los cuatro comuneros ingresaron encapuchados, armados y portando bidones con combustible al templo que estaba repleto de fieles que escuchaban la prédica. Los cuatro procedieron a disparar y a provocar un incendio, mientras amenazaban a las personas. Finalmente, escaparon y dejaron panfletos ligados a la causa mapuche.