No se practicarán abortos, al menos no por un tiempo, en la Clínica Alemana de Osorno. Ello luego que la institución recurriera a la Justicia para evitar la interrupción del embarazo en las tres causales, pues según ellos, el reglamento de la objeción de conciencia está mal planteado.
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El recinto médico, que tiene una fuerte influencia de la Iglesia Luterana, habría insistido en esta movida judicial sumándose al reclamo que había interpuesto la Pontificia Universidad Católica (PUC), pero que fue denegado por el Tribunal de Alzada de Santiago. De hecho, los argumentos son los mismos: que se atenta contra la libertad institucional de decir que no a esta práctica.
Según indicó El Mercurio, el pronunciamiento de la Corte de Apelaciones de Osorno se dio este miércoles y permite que la Clínica Alemana de esa ciudad deje de realizar los abortos permitidos por la Ley hasta que se resuelva el reclamo de fondo: la objeción de conciencia.
Visiones cruzadas
El problema de la clínica se genera porque el reglamento para aducir la objeción sólo se aplica para organismos que no tengan acuerdos vigentes con el Estado en prestaciones de ginecología y obstetricia. El tema es que la Clínica Alemana de Osorno sí los tiene: permite que el Hospital Base San José pueda utilizar algunos pabellones para servicios de esas áreas.
Por lo mismo, el Ministerio de Salud esperará ser notificado antes de iniciar sus reclamos, pues la normativa del Gobierno apela a que no se puede aducir objeción de conciencia institucional cuando una institución privada como la Clínica Alemana de Osorno recibe dineros del Estado a través de los contratos de prestaciones.